Sánchez, al fin "a la tarea" de convencer a sus socios para repetir Gobierno

Sánchez, al fin "a la tarea" de convencer a sus socios para repetir Gobierno

El líder socialista, propuesto por el rey para la investidura, se muestra "confiado" pese a las tensiones con independentistas y Sumar. Feijóo pide elecciones.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, hace un guiño durante su rueda de prensa en Moncloa.AFP via Getty Images

"En fin, a la tarea, que llevamos unas semanas como país perdiendo el tiempo". Con esto y un "gracias", el presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, concluía su intervención desde La Moncloa después de ser designado por el rey Felipe VI como candidato a la investidura, tras el fracaso de Alberto Núñez Feijóo la pasada semana. 

El dirigente socialista ha acudido a la Zarzuela con menos apoyos de los que tenía Feijóo cuando fue designado candidato por el monarca, pero todo hace indicar que tiene más posibilidades de lograrlo que el líder del PP. 

El presidente de los 'populares' se quedó a cuatro síes (aunque Feijóo cuente 173 votos a favor tras el fallo de un diputado de Junts) de lograr la mayoría necesaria para ser investido. Sólo Vox, UPN y Coalición Canaria le dieron su respaldo, ya que el gallego no pudo aglutinar más en el mes que le dio la presidenta del Congreso, Francina Armengol, a finales de agosto. Pese a todo, Feijóo sigue manteniendo que no ha querido ser presidente a cualquier precio y que si no está ya en Moncloa es porque ha rechazado los votos independentistas y nacionalistas. Ya se lo dijo Aitor Esteban, portavoz del PNV, tratando de desmontar esta afirmación: sus votos habrían hecho desaparecer automáticamente los 33 de Vox. 

Así que con el doble 'no' del Congreso a Feijóo, el país entraba automáticamente en otra pantalla política. Rápidamente, el rey convocaba una nueva ronda de consultas para esta semana de la que, como se preveía, ha salido Sánchez como candidato propuesto por el jefe del Estado. Lo que todavía no se conoce es la fecha de la investidura, que podría conocerse este miércoles cuando la presidenta del Congreso atienda a las peticiones del aspirante socialista, tal y como hizo con Feijóo. 

Preguntada por cuándo podríamos volver a una sesión de investidura, Armengol se ha limitado a decir que Sánchez tiene de límite del 27 de noviembre, es decir, el límite que da la ley para convocar automáticamente elecciones si no se ha elegido antes a un presidente. 

A tenor de los últimos movimientos políticos de los independentistas y hasta de Sumar, el socio de coalición del PSOE, algunas voces no hablan de octubre sino de mediados de noviembre para que se celebre la investidura. 

Porque ambos actores han estirado el chicle en las últimas fechas. ERC y Junts, presentando una propuesta de resolución para que ninguno de los dos partidos apoye la investidura de Sánchez si éste no se compromete a avanzar hacia el referéndum. Una clara línea roja marcada por los socialistas, que reaccionaron rápidamente contestando que por ese camino no había avance posible. 

También Sumar, el partido de la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, ha remarcado en las últimas horas que su 'sí' a Sánchez no está ni mucho menos garantizado. Aunque parece poco probable un 'no' de este partido — y sus dirigentes ni se imaginan en ese escenario—, la propia Díaz aseguró este lunes que el acuerdo todavía estaba lejos y reclamó avances sociales ambiciosos para poder materializarlo. 

Por eso no es casual que Sánchez, "ilusionado" y "confiado" en poder reeditar un Gobierno de coalición progresista, haya desgranado en Moncloa los dos "ejes" en los que quiere basar su próximo Gobierno: "el progreso social" y "la convivencia entre los españoles y los pueblos de España". 

Sobre el primero de esos pilares, Sánchez se ha comprometido a "empleos más estables", "salarios dignos", "pensiones seguras" y "hacer de la vivienda un derecho, no un bien de lujo". "Queremos un progreso social que sea inseparable de la plena igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres", ha añadido. 

El segundo eje, el tema territorial, ha permitido a Sánchez afirmar que "España está más unida ahora que en 2018" tras recordar que cuando llegó al poder, precisamente en ese año, se encontró "una de las peores crisis institucionales y territoriales de la democracia española" por la situación en Cataluña. Y también para criticar al PP por no haber ayudado en su "hoja de ruta de convivencia y concordia" que plantea el candidato socialista. "La derecha nunca ha aceptado la diversidad territorial de nuestro país", ha aseverado. Una hoja de ruta que, ha prometido, será siempre "dentro de la Constitución". 

Sin embargo, en esa hoja de ruta el presidente en funciones deberá abordar un tema que este martes no ha querido ni mencionar: la amnistía. Por más que los periodistas lo han intentado, de su boca no ha salido la dichosa palabra, que le reclaman tanto ERC y Junts para que pueda contar con sus imprescindibles votos y ser investido. 

"Gobierno de la mentira"; "mayoría negativa"

De lograrlo, sería "el Gobierno de la mentira", en palabras de Feijóo, quien también ha comparecido, esta vez desde el Congreso, tras verse con el rey. Tras asegurar que respetaría su decisión si finalmente proponía a Sánchez, el líder del PP ha criticado que el socialista se postule sin contar con más apoyos de los que tenía él, ni de los que tenía el propio Sánchez hace un mes. 

Según Feijóo, el candidato del PSOE se presenta con tres incoherencias: criticar su investidura teniendo menos apoyos garantizados; aspirar al apoyo de partidos que, a su juicio, "no aceptan la legitimidad de la monarquía parlamentaria y por tanto, no aceptan la Constitución ni las reglas del juego"; y que criticaran sus apoyos —Vox, UPN y CC— cuando estaban claros desde las elecciones. 

Enfrente, dice el líder del PP, una "mayoría negativa" formada por partidos con intereses contrarios y que, asegura, es "negativa a la Constitución y a los intereses de los españoles". Por eso, Feijóo, que ha vaticinado "oscuras negociaciones" en las próximas semanas, cree que lo mejor que le puede pasar al país es volver a repetir elecciones. 

España regresa a la misma casilla de la que partió a finales de agosto, pero esta vez con un reloj en marcha que acaba a finales de noviembre y con otro candidato, quizás, el que más posibilidades tenga y, paradójicamente, el que más complicaciones también. Los plazos marcarán las urgencias en las negociaciones. Les toca a los partidos ponerse a la tarea. 

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Jefe de Política de El HuffPost