La pandemia ha complicado el entrenamiento y la ejecución de atentados, pero también ha expuesto más a personas vulnerables a los mensajes de odio vía 'online'.
Los yihadistas lo han hecho "para promover el islam y desalentar las prácticas no islámicas, ya que la educación occidental no es permitida por Alá y su Santo Profeta".
Este martes arrancó el juicio por los atentados de 2017 en Barcelona y Cambrils, en Tarragona, con un visionado de vídeos inéditos de los yihadistas fabricando explosivos. La Fiscalía pide penas de cárcel de 36 y 41 años para dos de los acusados y ocho años para otro acusado de ser cómplice.
La Audiencia Nacional deberá determinar si los acusados pueden ser considerados autores de la matanza de Barcelona y Cambrils o meros integrantes de la célula.