Las autoridades alemanas investigan un posible trasfondo islamista en una serie de accidentes de tráfico provocados el martes aparentemente de modo intencional por un ciudadano iraquí en una autopista en Berlín que causó seis heridos, tres de ellos graves. No obstante, la policía no descarta que se trate de la acción de un perturbado mental, precisan hoy los medios locales.
El hombre, de 30 años, empotró el martes hacia las 18.30 hora local (la misma hora en la España peninsular) su vehículo contra varios coches y motos, y provocó tres accidentes en la autopista A100, a la altura de los barrios de Wilmersdorf, Schöneberg y Tempelhof.
En una de las salidas de la autopista, a la altura de Tempelhof, paró su vehículo y salió del mismo al grito de “Alá es grande”, al tiempo que aseguró que portaba en el coche un objeto peligroso, señala el diario Bild.
La policía pudo detener al hombre y artificieros de la Oficina Regional de Investigación Criminal (LKA) registraron el vehículo en busca de material peligroso, si que hallaran nada.
Los liberados de manos del ISIS
Hareth Najem, un huérfano de origen iraquí, descansa en un camión cerca de Baghouz.
Dorothee Maquere, esposa del yihadista francés Jean-Michel Clain, sentada con sus cuatro hijos en una zona de chequeo, tras la salida de Baghouz.
Mujeres y niñas que han escapado del Estado Islámico, en un camión, en un lugar de la provincia de Deir Ezzor.
Un niño cuida de su hermano tras escapar de Baghouz.
Una mujer completamente cubierta espera con su hijo a recibir ayuda tras salir de Baghouz.
Un miembro de las milicias kurdas atiende a una mujer y a su bebé, recién escapados de Baghouz.
Un hombre y una mujer heridos esperan a ser atendidos, sobre un camión destartalado.
Un hombre herido, sospechoso de pertenecer al ISIS, trasladado tras ser interceptado a la salida de Baghouz.
Una miliciana kurda atiende a una de las civiles rescatadas de la ciudad siria, junto a su bebé.
Camiones cargados con civiles que escapan del Daesh, ya en zona controlada por los kurdos.
La espera en las afueras de Baghouz, mientras se reencuentran las familias y se detiene a los milicianos del ISIS.
Un hombre que podría formar parte del ISIS conversa, en francés, con los reporteros de AFP.
Un sospechoso de pertenecer al ISIS aguarda en un camión a que le pasen revista las Fuerzas de Siria Democrática.
Las milicias kurdas reparten a las personas escapadas de Baghouz, para ver quiénes son civiles y quiénes milicianos del Estado Islámico.
Un hombre herido, supuesto miembro del ISIS, trasladado en la zona de atención levantada por los kurdos.
Un supuesto miliciano del EI, herido levemente, tras su salida del último bastión yihadista.
Otro herido, supuesto miembro del ISIS, atendido en los alrededores de Baghouz.
Un supuesto miliciano del ISIS, escapado de la cercada ciudad de Baghouz, desorientado en la zona de atención instalada por las tropas kurdas.
Un miliciano kurdo se lava las manos en las inmediaciones de Baghouz.
Una familia se reencuentra con un niño que estaba aún en manos del ISIS.
Unos familiares besan a una joven superviviente yazidí, tras la liberación de parte de su zona de manos del ISIS.
Un chico vuelve con su familia, tras estar secuestrado en Baghouz por las milicias del ISIS.
Una familia yazidí recupera a un niño, que ha estado en los últimos años bajo el control del Daesh.
Un niño yazidí regresa con su familia en Duhok, Irak, un reencuentro tras años en manos del ISIS.
Supervivientes yazidíes posan en Duhok, tras reunir a todos los miembros que quedan vivos de la misma familia.
Felices, unidos y sin burka, yazidíes libres del ISIS en Irak.
Una familia yazidí cuida de un menor, rescatado de manos del ISIS, en su nueva casa temporal de Duhok, Irak.
Una familia yazidí cuida de un menor, rescatado de manos del ISIS, en su nueva casa temporal de Duhok, Irak.
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Una mujer completamente tapada, como impone el Estado Islámico, carga con un niño herido, tras escapar de Baghouz.