La elección de este lugar no fue casual; la ubicación estratégica en el Madrid de los Austrias, cerca de la Plaza Mayor, aseguraba un flujo constante de clientes.
Un cuadro eléctrico de un restaurante empieza a arder y a lanzar chispas y la sangre fría de una trabajadora para apagarlo sorprende en las redes. La mujer se acerca con calma pero decidida al cuadro eléctrico y logra apagar el incendio.