Cuando un profesional cualificado se marcha de una empresa, el gasto estimado para buscar, seleccionar y disponer de un sustituto es aproximadamente el salario anual de esa persona multiplicado por 1,5. Harán falta unos seis meses para que una persona recién incorporada adquiera la productividad deseada, dieciocho para que se integre en la cultura de la empresa y algunos más para que asuma la estrategia.