Me sigue sorprendiendo la fe ciega que tienen algunos en el emprendimiento, única vía posible para resolver todos los males económicos de este país. Porque, si uno mira la composición de nuestro tejido empresarial, verá que vivimos en tierra de emprendedores. De los algo más de tres millones de empresas que hay, 1,8 millones no tienen asalariados y 1,5 no llega a 10 trabajadores.