Lo ha confirmado el Servicio Federal de Seguridad de Rusia: es un ciudadano de Uzbekistán, nacido en 1995, reclutado por los servicios secretos de Ucrania, que mandó a sus jefes imágenes en directo del ataque.
Fue muerto por Kiev, junto a su asistente, con una bomba situada en un patinete y activada a distancia. Se le acusaba del uso de armas químicas en suelo ucraniano. Estaba sancionado por países occidentales.
"Se les promete 10.000 dólares al principio y luego 2.500 al mes. Pero cuando llegan, son recibidos por el ejército ruso y se les paga 260 dólares al mes", afirmó el viceministro de Relaciones Exteriores ruso.
Incendios, destrozos, aeropuertos temporalmente cerrados... la andanada de ayer demuestra el poder de Ucrania para golpear en la capital de la Federación.
Tiene lugar días después de que Ucrania iniciara una sorpresiva invasión en la provincia de Kursk, en suelo de la Federación, y que ha conquistado ya cien pueblos.