Vilna cierra sendos pasos fronterizos debido al aumento de la inseguridad y las amenazas que llegan del país vecino, sobre todo con la concentración de migrantes, como ya ocurriera a finales de 2021. Ahora el escenario cambia por Ucrania.
Los 31 países aliados se enfrentan al reto de dar garantías a Kiev sobre su acceso, un siglo de estos, superar la prueba de estrés de la solidaridad y los tiempos y la entrada de los nórdicos, tras una larga pelea con los turcos. Con más dinero, siempre.
La polémica por el bloqueo de ciertos transportes en el corredor Suwalki ha llevado a Moscú a anunciar represalias en países que son directamente territorio UE y OTAN.
La franja une Bielorrusia y el enclave ruso de Kaliningrado y si Putin va a por ella dejaría aislados a los países bálticos del resto de miembros de la UE y de la Alianza.
Diplomáticos convocados, amenazas de "respuestas tremendamente dolorosas" y más presión económica. Hablamos de territorio UE y OTAN y el escenario es otro.
Por su parte, el bloque comunitario acusa al líder bielorruso de permitir la aglomeración de migrantes en la zona fronteriza como medida de presión contra Bruselas.