independencia de Cataluña
Cataluña, el rey y el rey
El rey Felipe VI podría hacer suyas hoy las palabras de su padre y decir que la Constitución es garantía de que todas las ideas se pueden defender por la vía democrática y legal. ¿Quién va a estar en desacuerdo con esas palabras? Pero ¿consideraría oportuno el rey repetir hoy las palabras del Rey en 1989? ¿O en el actual contexto político serían consideradas un aliento al desafío catalán?
¿Por qué lo denominan "paso al lado" si se trata de un "paso atrás"? Lo que esconden las palabras
En la peculiar terminología política independentista lo que siempre se ha denominado «dar un paso atrás» ha pasado a llamarse «dar un paso al lado». El promotor de la expresión creo que es Joan Tardà (ERC), seguramente para suavizar la renuncia --el mal paso-- que pedía a Artur Mas; para no herirle excesivamente el orgullo. Hay quien ha ido más lejos y, en una especie de frenética yenka, ha convertido el veto de la CUP a Mas en un victorioso paso al frente.
España y Cataluña: fin de ciclo
Las últimas elecciones generales han servido para confirmar la movilización de gran parte de la ciudadanía para encontrar una salida diferente a la situación económica, social y política de estos últimos años, con la que se apueste por una nueva forma de entender y hacer política.
La 'traición' de los vascos
Hoy, los vascos se centran en una defensa a ultranza de los derechos forales, algo que Jordi Pujol consideraba que era un instrumento medieval y que rechazó para Cataluña en aquellos lejanos momentos de la transición aunque Carlos Garaikoetxea se lo pidió por activa y por pasiva.
Que gane el 'Sí' para que ganemos todos
El 27S se ha llamado a las urnas, y el principal motor de cambio tiene un nombre, Junts pel Si. Las elecciones serán un primer paso de la constitución de un nuevo país. ¿Por qué no podemos hacer dos países mejores en lugar de seguir apostando por un sólo país dónde lo único que se quiere mantener son las desigualdades y las prebendas de algunos?
No me toques el himno de España
El título de este artículo puede tener dos lecturas: una en defensa del himno y otra contraria. El sentido que tú, apreciado lector, le hayas dado la primera vez que lo has leído, dependerá de ti y no de mí, aunque yo haya sido el emisor.
Yo no voté el 9 de noviembre
Yo no voté el 9 de noviembre. Me hubiera encantado hacerlo, pero no lo hice. No voté porque los procedimientos me parecieron injustos. Pero sería un gravísimo error pensar que el valor simbólico y político del voto masivo del domingo es menor. Eso tiene tres implicaciones importantes. La primera, es una lección fundamental de política básica: cuando la mayoría de una comunidad política quiere expresarse, no existen leyes, gobiernos ni amenazas que puedan pararla.