A pesar de tener orden de cierre desde 2022, la sala dividida en dos estuvo operando aprovechándose de alegaciones, recursos y una descoordinación administrativa, según 'El País'.
El perímetro del incendio supera los 90 kilómetros, en una dura jornada en la que llegan síntomas positivos, pero las llamas continúan sin control en buena parte de la isla.
Los medios desplegados no hacen frente a unas llamas habituales, luchan contra un fuego capaz de crear su propia meteorología que se suma a un 'cóctel' de factores catastrófico.
Hay todavía centenares de personas desaparecidas, mientras se espera la visita de Biden y se multiplican las preguntas sobre por qué no sonaron las alarmas.