La ciudad en España con una llama única que nunca se ha apagado desde 2017
Un curioso fuego que persiste ante todo tipo de adversidad.
¿Alguna vez te has imaginado un fuego que nunca se apaga? ¿Un fuego que contra todo pronóstico resiste todas las inclemencias del tiempo y se mantiene como un símbolo de resistencia? En Soria esta imagen se ha convertido en una realidad. En el interior de la capital se alza una chispa de esperanza que arde incansablemente pese a todas las adversidades que puedan ocurrir a su alrededor.
Se trata de la popularmente apodada como ‘Llama Eterna’, también conocida como la ‘Llama de Numancia’. Un fuego que permanece prendido los 365 días del año y que lleva encendida durante más de siete años. Este gran atractivo turístico se encuentra entre el Palacio de la Diputación y el edificio de Hacienda, y se ha convertido en la única llama de este tipo en España que ha aguantado tanto tiempo ardiendo.
Con una inversión próxima a los 6.000 euros, la ciudad de Soria encendió esta llama el 23 de agosto de 2017 y desde entonces lleva encendida, aguantando todo tipo de complicaciones meteorológicas. El fuego se encuentra en el pebetero construido en homenaje a Numancia en el año 1972, ubicado junto a la Diputación Provincial. Una llama que busca recuperar la simbólica llama del espíritu numantino de la región.
Un símbolo de resistencia
Numancia fue un pueblo celtíbero de gran importancia para la capital soriana. Su historia se remonta milenios atrás, cuando en el siglo II a.C. se llevó a cabo una guerra contra Roma. De hecho, en torno al año 133 los numantinos estaban completamente rodeados por tropas romanas, por lo que antes de dejarse perder y entregarse al ejército enemigo, la mayoría de ellos optaron por morir dignamente y quitarse su propia vida.
Este acto de heroísmo ha dejado una huella profunda en la identidad cultural de la región y en la memoria colectiva de todos los habitantes. Tanto es así que esta población forma parte del legado histórico y de la identidad de toda Soria. Y no solo eso, sino que también ha dejado huella gramaticalmente hablando, ya que la famosa expresión de “resistencia numantina” se usa actualmente para hablar de alguien que defiende una postura con mucho empeño y esfuerzo.
El encendido de la Llama Eterna en 2017 coincidió con la celebración del 2150º aniversario de la gesta de la pequeña ciudad celtíbera y es una curiosa forma de rendir homenaje al heroico pueblo. Ahora el fuego aguanta hasta los días de lluvia y se ha consolidado como un símbolo que sirve para recordar y honrar la valentía de aquellos que lucharon por su independencia y dignidad, inspirando a las futuras generaciones y a todo aquel que se acerque a verlo en persona.