La comunidad internacional señaló desde el primer momento a Rusia, pero el Kremlin siempre negó haber llevado a cabo esta acción. Medios de Alemania y EEUU afianzan esta línea de investigación.
Se trata de un proyecto en sustitución al gasoducto MidCat, que todavía deberá ser concretado, pero prevé crear una tubería de hidrógeno verde en la que también se suministrará gas natural durante el período de transición energética.
Rusia no descarta un "sabotaje" en la infraestructura pero los sismólogos suecos han denunciado fuertes temblores en la zona y apuntan que pueden ser provocadas por explosiones.
Europa importa cada año el 40% de su gas del país de Putin y es forzoso dejar atrás esa dependencia. Por eso acude a EEUU, Noruega, Argelia o Israel en busca de ayuda.
El Gobierno de Macron alega que el conducto tardaría demasiado en ser construido para responder a la crisis energética y socavaría los objetivos contra la crisis climática.
España “ha mostrado su voluntad de contribuir a esta emergencia energética que se está viviendo en el centro y el norte de Europa, con el chantaje energético de Putin".
Nuestro país puede almacenar un tercio del gas europeo, por lo que la UE lo ve como "clave", pero hay un problema: casi no tiene conexiones con el resto del continente.