La OTAN alerta sobre los dos grandes puntos débiles de Occidente en caso de conflicto
Un doble "talón de Aquiles" que supone un blanco fácil, tanto para los estados enemigos como para las organizaciones terroristas o criminales.
La guerra híbrida es guerra. Lleva un apellido añadido, pero es lo que es: un ataque. Rusia invadió Ucrania hace más de dos años pero, en paralelo, pule otras estrategias de guerra para atacar, sobre todo, a los aliados occidentales de Kiev, y eso preocupa a la OTAN.
La Alianza Atlántica ha señalado ahora un flanco débil en el que se repara poco: el submarino, las infraestructuras bajo el agua que pueden ser vulnerables a la amenaza rusa, la mayor a la que se enfrenta la organización según ha dictaminado en sus últimas cumbres.
El almirante Didier Maleterre, subcomandante del comando estratégico marítimo de la OTAN (Marcom), ha explicado al diario británico The Guardian que la seguridad de casi mil millones de personas en Europa y Norteamérica está amenazada por los intentos rusos de atacar esas grandes vulnerabilidades de la infraestructura submarina, incluidos parques eólicos, oleoductos y cables eléctricos. De esa red de cables y tuberías submarinos dependen "el poder y las comunicaciones de Europa" y no fue construida para resistir la guerra híbrida que llevan a cabo Moscú y otros adversarios de la OTAN, de estados enemigos a organizaciones terroristas o criminales.
“Sabemos que los rusos han desarrollado una gran cantidad de guerra híbrida bajo el mar para perturbar la economía europea, a través de cables, cables de Internet y oleoductos. Toda nuestra economía bajo el mar está amenazada”, afirmó el militar francés. "Y, para ser muy claros, sabemos lo que los rusos han desarrollado en cuanto a submarinos nucleares para operar bajo el mar. Así que no somos ingenuos y nosotros [los países de la OTAN] estamos trabajando juntos", avisa. Internet y los cables energéticos son el talón de Aquiles de Occidente, constata.
No hablamos de suposiciones. Ya ha habido ataques que evidencian esa fragilidad, insiste el almirante en sus declaraciones al diario británico. Por ejemplo, el presunto sabotaje a los gasoductos de Nord Stream (2022) y el Balticconnector (2023). A pesar de las extensas investigaciones realizadas por varios estados, ambos siguen sin resolverse, aunque Finlandia dijo en diciembre que "todo indicaba" que un barco chino había dañado intencionalmente el Balticconnector con su ancla.
Maleterre -un submarinista ue ha pasado "más de 1.000 días bajo el mar"- sostiene que el entorno ha cambiado "drásticamente" desde que gran parte de la infraestructura actual fue desarrollada por primera vez por el sector privado, dejándola extremadamente vulnerable. "Ellos [las empresas responsables] no sabían que esa guerra híbrida se desarrollaría tan rápidamente. Más del 90% de [Internet] está bajo el mar. Todos nuestros enlaces entre Estados Unidos, Canadá y Europa se transmiten bajo el mar, por lo que existen muchas vulnerabilidades", incide.
Marcom, la división especializada de la OTAN, puede llegar a tener "más de cien barcos, submarinos nucleares y submarinos convencionales" patrullando aguas que incluyen el Ártico, el Mar Negro, el Atlántico, el Báltico y el Mediterráneo. Una cifra que da idea del empeño que tienen los aliados en vigilar y proteger ese flanco que tan poco salta a la vista. "Es una preocupación muy importante porque es una cuestión de seguridad para casi mil millones de civiles de la nación de la OTAN. Necesitamos estar protegidos y bien abastecidos por nuestras vitales infraestructuras submarinas", remarca. Pero, incluso así, no se puede vigilar todo. No alcanza. Cada país, pues, debe proteger sus bienes. "En primer lugar las responsabilidades están en manos de los estados", dijo, en un amable toque de atención a los estados.
"Muchas naciones, como Noruega, Suecia y Dinamarca también, han desarrollado drones, sensores y UUV [vehículos submarinos no tripulados] para poder detectar muy rápidamente [algo] sospechoso o que algo va mal", reconoce, pero la amenaza es mayor que eso. Afecta a todos.