Los datos nos muestran cómo Europa ya ha salido de la recesión, a la vez que España lidera el crecimiento en la UE. Sin embargo, existen matices que dejan un sabor agridulce a los economistas.
Marco financiero, unión monetaria, Brexit, refugiados, ultraderecha, guerras comerciales, modelo de defensa, cambio de hora... Muchas tareas para los eurodiputados y la Comisión.
Si no hay nada que impida este negro escenario, lo que puede ponerse en duda es la pertenencia de Italia a la Unión Europea y a la zona euro. En cuanto se publicaron los primeros sondeos que daban vencedor al no, el euro comenzó a caer.
La primera pregunta que deberá responder el próximo Gobierno español no es solo cuántas escuelas de educación especial construirá o cuántos nuevos hospitales públicos abrirá, sino sobre todo, de dónde va a recortar los 10.000 millones de euros que Bruselas ha comunicado que España debe retirar de su gasto público social.
Ha irrumpido en escena un llamativo grupo de conocidos economistas norteamericanos por la libertad de Grecia, del que forman Krugman, Stiglitz y James Kenneth Galbraith. Éste último está colaborando en secreto con Varoufakis para crear un sistema bancario paralelo al euro en el que los pagos se puedan realizar en dracmas a partir del pirateo de la web de la Hacienda griega.