“Causa indeterminada”, dice la autopsia del que fuera vicepresidente de la constructora, clave para levantar el mayor caso de corrupción de América Latina
Sostiene que son sospechosos de "promover, constituir, financiar o integrar, personalmente o por terceras personas" una red para desviar dinero .de Petrobras
Millones de personas salen a las calles para pedir la destitución de la primera presidenta de la historia del país. Los manifestantes condenan los escándalos de corrupción en los que se han visto envueltas las empresas nacionales más importantes. El principal partido pierde apoyos y la estructura se desestabiliza.
El hecho de que hayan sacado a Dilma del poder para poner a su vicepresidente Michel Temer resulta totalmente absurdo. Pero lo triste es que no tenemos alternativa. Por un lado, hay un discurso vacío, frívolo y tonto; por el otro, la retórica de la extrema derecha.
No hay democracia sin partidos políticos. Las estructuras proporcionan un mundo de posibilidades para la acción humana, pero es la voluntad de los individuos y de los segmentos de la sociedad, movida por los valores y los intereses, lo que da pie al cambio.
Cuarenta y tres congresistas demócratas han escrito al secretario de Estado, John Kerry, para expresar su "profunda preocupación por los recientes acontecimientos en Brasil, que amenazan las instituciones democráticas de ese país". Si esta es su respuesta, es equivalente a mostrarles el dedo de en medio.
Tienes playas. Tienes samba. Tienes muchísima belleza natural. También tienes superbacterias. Tienes robo a mano armada. Y hasta un estado de emergencia financiera. A pocos días de los Juegos Olímpicos, Río sigue siendo precioso... y caótico.