El acercamiento de Armania a la UE y su afán de "salir de la órbita rusa" causa escozor en Moscú y se temen represalias, más allá de la guerra híbrida.
El fallecido formaba parte de un equipo de nueve personas, todos ellos catalanes, que fue alcanzado por un alud en la cara norte del Aragats, un volcán inactivo situado en el oeste del país caucásico.
El viceministro de Asuntos Exteriores ruso subrayó que Moscú parte de la necesidad de preservar los lazos seculares entre los pueblos ruso y armenio, mientras que el Gobierno de Ereván se atiene a una "lógica claramente opuesta".
El pasado jueves el exministro karabají anunció su decisión de entregarse a las autoridades azerbaiyanas para "no causar un daño mayor al sufrido pueblo karabají".
La ONU expresa su "preocupación" por la situación de estas personas, en su mayoría mujeres, niños y ancianos. El número se ha triplicado en apenas un día y, en la frontera, los vehículos se acumulan a la espera de llegar a territorio armenio.
Por ahora no se conocen las causas de la deflagración, que deja además 300 heridos. El miedo a una masacre étnica incrementa la emergencia humanitaria.