La vez en la que Madrid fue capital de Armenia mucho antes de ser la de España
En la Edad Media la ley subrayaba que la capital de un país estaba donde se afincaba su corte.
La historia comienza en el año 1374, momento en el que Armenia "estaba viviendo una época un poco complicada". Apenas cinco meses después de la coronación de su nuevo rey, León V, las tropas mamelucas de Egipto capturaron la capital de este reino y secuestraron al monarca y a su familia, trasladándolos a El Cairo. Para su liberación se exigió una gran cantidad de dinero, solo al alcance de otro monarca.
A pesar de su secuestro, León intentó por todos los medios contactar con los reinos cristianos de Europa para recibir ayuda. Nadie escuchó sus peticiones, excepto un franciscano, Juan Dardel, quien le ayudó en su búsqueda de apoyos por los reinos de la Península Ibérica durante su cautiverio.
"Cuando por fin es liberado, ocho años después, todo ha cambiado y ya nadie se acuerda de él. León obviamente no se da por vencido y quiere recuperar su reino, así que empieza a hacer una ruta por las principales ciudades europeas buscando el apoyo de las coronas cristianas y por casualidades del destino acaba en Badajoz donde le cuenta todos sus problemas al rey Juan I de Castilla", explica Madrid Secreto.
Fue este rey quien más ayudó al monarca de la pequeña Armenia, entregándole varios regalos y obsequios y dándole refugio. "Y el Rey, cuando supo que el rey de Armenia venía, envío caballeros para que le acompañasen, mulas, vajillas de plata y que le rindieran honores", describía el escritor López de Ayala en sus crónicas sobre la llegada del monarca.
"Pero no termina ahí", señala @Madrid_secreto, sino que "también le pone una renta anual de 150.000 maravedíes- que ahora mismo al cambio la verdad es que serían 16 euros, pero me imagino que en su época, sin inflación, sería una auténtica fortuna". Además de ello, se le entregaron varios territorios al monarca "para toda su vida", como Ciudad Real, Andújar o Madrid, junto a otra ayuda de Carlos VI de Francia, quien le entregó una pensión vitalicia y un castillo en Saint-Ouen.
Las críticas y protestas, sin embargo, no tardaron en salir a flote. "Si la villa fuera silva la guardaría el León, mas si es tierra castellana, no queremos tal señor" ponían los ciudadanos en coplillas repartidas por la ciudad. "A los madrileños este trato raro les parecía una auténtica falta de respeto, y se enfadaron tanto que, Juan I de Castilla, tuvo que prometerles que todo se terminaría cuando León V muriese y firmó una orden en la que juró que jamás volvería a separar Madrid del resto de la corona" explica @Madrid_secreto en la red social. Además, el nuevo señor llevó a cabo una reducción de impuestos para tratar de suavizar el ambiente y prometió la reparación del ya inexistente Alcázar.
La ciudad le gustó tanto al de la pequeña Armenia, que acabó estableciéndose unos meses en ella. Ello conllevó que la capital de su país se trasladara, aunque fuese de forma temporal, durante algún tiempo a miles de kilómetros de distancia, en Madrid, ya que en la Edad Media la ley subrayaba que la capital de un país estaba donde se afincaba su corte. "Así que como León V se estableció en Madrid, esta pequeña villa se convirtió en una especie de capital paralela de la pequeña Armenia, a más de 4000 km de distancia", explica la tiktoker.
"Como curiosidad, León disfrutó hasta su muerte de los privilegios que le había dado el rey de Castilla, así como de otra pensión vitalicia que también le había dado el rey de Francia, pero nunca recuperó Armenia", concluye finalmente. Su tumba se encuentra actualmente en la basílica de Saint-Denis. Madrid, por su parte, le rinde homenaje con una calle situada entre el parque Cerro Almodóvar y la Vía Carpetana.
Desde 1561 Madrid ha sido la capital, a excepción de algunas ocasiones, ya que hasta 1939 fueron capitales temporales, Valladolid, Sevilla, Cádiz, Toledo, Burgos, Barcelona y Valencia.