La razón por la que las serpientes venenosas no se envenenan a sí mismas

La razón por la que las serpientes venenosas no se envenenan a sí mismas

Un pequeño detalle que es clave.

Imagen de archivo de la extracción de veneno de un ejemplar de culebra brasileña localizada en Belo Horizonte (Minas Gerais).Getty Images

Seguro que te lo has preguntado más de una vez. Sí, las serpientes venenosas cuentan con un poderoso aliado en su mordedura, pero... ¿qué pasa cuando estas toxinas son usadas en su contra? ¿Una mordedura de una sierpe venenosa afecta a otra de la misma especie? ¿Qué ocurre si la serpiente se muerde a sí misma, se envenena?

Más allá de tópicos refranes para adjudicarle a una persona el temperamento de estos reptiles, lo cierto es que sí, hay serpientes venenosas que se ven afectadas por el propio veneno del que ellas disponen como arma para cazar o defenderse. Es decir, que pueden acabar 'recibiendo de su propia medicina'.

Si bien hay diferencias por especies venenosas -algunos animales han evolucionado desarrollando resistencias e inmunidades a sus venenos, como la rana de punta de flecha azul, considerada como uno de los más venenosos del mundo-, destacan casos de sobra conocidos.

El caso de la cascabel diamantina y su veneno

Precisamente, uno de ellos es el de la Crotalus atrox, la serpiente a la cabeza de muertes por mordedura de este reptil en EEUU y México. Quizás más conocida por sus nombres populares, el crótalo diamante occidental o la cascabel diamantina del oeste, un clásico de los wésterns.

El veneno de esta especie está conformado por una mezcla de proteínas y péptidos con acción tóxica. Entre las primeras sobresalen las metaloproteinasas, que dotan al veneno de la capacidad de destruir los tejidos que construyen las células derivando en hemorragias y la muerte final del ser vivo. En primer lugar, el crótalo diamante no se ve afectado por los estragos de este veneno porque lo guarda en unas glándulas especiales

Con todo, podría surgir otra pregunta lógica. Entonces, ¿cómo hace para no verse afectada por el veneno con el que mata a una presa? La clave está en que no solo la evolución la ha dotado de glándulas especiales donde almacenar ese veneno, también le ha proporcionado cierta resistencia ante este. Para ello dispone de otras proteínas neutralizadoras del efecto, denominadas autoinhibidores.