Un experto denuncia el gran problema de los gatos con la ley de bienestar animal
La Ley de Bienestar Animal podría priorizar la protección de gatos callejeros sobre especies autóctonas en peligro.
El Ministerio de Derechos Sociales ha presentado un borrador de Real Decreto para desarrollar la Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales. Este texto, que regula 25 artículos de la norma vigente desde el año pasado, ha sido elaborado con aportaciones de entidades protectoras, asociaciones veterinarias y profesionales de la cría de animales. Entre las propuestas destacan procedimientos para que las administraciones se hagan cargo de animales en riesgo y medidas para rescatar a aquellos en vehículos cerrados en condiciones peligrosas.
Además, el borrador incluye restricciones para la cría irregular de perros y gatos, con el objetivo de reducir el abandono. También se proponen cambios en la normativa para perros potencialmente peligrosos, permitiendo que dejen de ser considerados como tales si superan una prueba de aptitud. Se introduce un protocolo para la reproducción accidental de animales y se crean registros centralizados para criadores y entidades de protección animal, gestionados por las comunidades autónomas.
El Real Decreto también establece que los propietarios de perros deberán realizar un curso de formación y contratar un seguro de responsabilidad civil. Para los gatos, se regula la protección de colonias felinas y se introducen figuras diferenciadas para criadores según la intensidad de su actividad. Además, se propone regular la actividad de los profesionales del comportamiento animal para combatir el intrusismo profesional.
En este contexto, el medio local La Provincia ha realizado una entrevista a Pascual Calabuig Miranda, biólogo y veterinario especializado en fauna silvestre, en las que ha puesto de manifiesto las preocupaciones sobre la nueva ley. Calabuig, quien ha trabajado desde 1987 en el Centro de Recuperación de Tafira del Cabildo de Gran Canaria, destaca que la normativa actual parece favorecer a los gatos callejeros en detrimento de las especies autóctonas amenazadas.
El biólogo subraya que los gatos representan una grave amenaza para la fauna silvestre cuando se encuentran en libertad. Estos felinos son responsables de la extinción de varias especies de aves marinas, como los paíños y petreles, y de reptiles, como los lagartos gigantes de La Gomera, El Hierro y Teno en Tenerife. La introducción de gatos en ambientes insulares ha sido devastadora, y su protección bajo la nueva ley podría agravar la situación.
Así, menciona que muchas especies en Canarias están en peligro crítico de extinción o son vulnerables, y requieren planes de recuperación urgentes. Sin embargo, estos planes a menudo están caducados o ni siquiera existen, lo que impide a los Cabildos gestionar adecuadamente la conservación del territorio. Ejemplos de especies que necesitan atención inmediata incluyen el guirre, la hubara, los lagartos gigantes de El Hierro y La Gomera, y el pinzón azul de Gran Canaria.
Calabuig critica que, aunque la legislación española en materia de protección de fauna es ejemplar en teoría, en la práctica se ve constantemente socavada por intereses económicos a corto plazo. En la entrevista cita el caso del Puerto de Granadilla, donde se modificó la ley para permitir la construcción a pesar de la presencia de cebadales protegidos. Este tipo de acciones demuestra una falta de compromiso real con la conservación de la biodiversidad.
Además de los gatos, otras especies invasoras como ratas y ratones han causado estragos en la fauna del archipiélago. Estas especies, introducidas accidentalmente por el hombre, han llevado a la extinción de varias especies autóctonas. Calabuig enfatiza que la introducción de gatos como solución a la plaga de roedores ha sido contraproducente, ya que los gatos también atacan a las especies nativas.
La Ley 4/1989 de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres marcó un punto de inflexión en la protección de la fauna en Canarias. Sin embargo, el entrevistado señala que la conciencia real y las medidas efectivas para salvaguardar las especies endémicas aún son insuficientes. La nueva Ley de Bienestar Animal, según él, no tuvo en cuenta los razonamientos científicos de los expertos en naturaleza y necesita ser revisada.
