El Gobierno arranca el curso político con la financiación para Cataluña y los presupuestos en el alambre

El Gobierno en pleno retoma este martes su actividad habitual después de un mes de agosto en el que la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat ha sido de las pocas alegrías que ha recibido el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez. Tras unos días de descanso en Lanzarote, con un breve break para entrevistarse con el presidente canario, el presidente del Gobierno encabezará este martes la reunión del Consejo de Ministros para después coger un avión y visitar Mauritania, Gambia y Senegal hasta el jueves.

En medio de la incesante llegada de cayucos con migrantes irregulares a las costas españolas (principalmente Canarias), el jefe del Ejecutivo pretende reiterar su apuesta por la ayuda a los países origen y tránsito de estos movimientos y fortalecer la cooperación que ayude a evitarlos. Más si cabe cuando PP y Junts unieron sus fuerzas para tumbar en el Congreso la reforma de la ley de extranjería que buscaba hacer obligatoria para las comunidades la acogida de menores migrantes. 

Tras un mes de agosto sin avances para retomar el asunto, el Gobierno ha pedido al líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, que tenga ”humanidad” y abandone “la hoja de ruta ultra” para que su formación recapacite y acabe apoyando la reforma. Feijóo, por su parte, no se da por aludido y ha culpado recientemente a Sánchez de querer negociar la ley de extranjería “por whatsapp”. Además, critica que su gira africana llega "tarde". 

Pero la cuestión migratoria no es la única que mantiene en vilo al Ejecutivo. La prometida financiación propia para Cataluña, que sirvió para ganarse el voto de ERC en la investidura de Illa, jugará un papel crucial en las negociaciones de estas próximas semanas. La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, negó hace una semana que el acuerdo supusiera un "concierto económico" para Cataluña. Término que no aparece como tal en el pacto suscrito entre ambas formaciones, pero que los republicanos dan por descontado.

"El PSOE necesita el apoyo de ERC en el Congreso de los Diputados para sacar adelante diferentes medidas, como pueden ser los Presupuestos Generales del Estado. Si los socialistas incumplen su palabra con la financiación singular u otras medidas incluidas en el acuerdo, ERC retirará su apoyo y los socialistas tendrán que buscar otras alternativas o convocar elecciones", advirtieron desde la formación independentista. 

Dentro del PSOE, como ya ha contado El HuffPost, existen muchas dudas sobre este asunto. "Sigo sin saber qué se ha pactado", resume un líder territorial del PSOE, que reclama a su vez una reunión urgente en Ferraz. No es el único: el secretario general de los socialistas extremeños, Miguel Ángel Gallardo, solicitó la celebración de un Consejo de Política Federal para que todos los territorios puedan tener voz ante el pacto del Ejecutivo con Cataluña y ante el de sus propias comunidades antes de convocarse el Consejo de Política Fiscal y Financiera, donde todos los territorios abordarán este asunto.

Lo cierto es que cualquier cambio en la financiación implicaría la reforma de varias normas, la más evidente la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA), lo que tendrá serias dificultades para lograr el voto de la mayoría absoluta de la Cámara. Compromís, CHA y BNG sólo aceptarían votar a favor si hay revisión de la financiación también para las CC.AA. que representan, y Junts pide que Montero comparezca en el Congreso para aclarar en qué consiste exactamente el acuerdo con ERC. La Diputación Permanente votará hoy si da luz verde a dicha comparecencia.

La financiación de Cataluña será clave también para resolver la aprobación de los Presupuestos de 2025, después de que el Gobierno haya prorrogado este año los del ejercicio anterior. Montero señalaba la semana pasada que ya tenía el borrador "muy avanzado" y que negociaría con todas las fuerzas abiertas al entendimiento. Pero no será fácil: en julio, Junts tumbó la senda de déficit y arruinó las esperanzas del Gobierno de empezar con buen pie el cauce legislativo de los Presupuestos. 

Aunque hay esperanzas de sacar adelante las cuentas, el Gobierno ya ve posible una nueva prórroga de los Presupuestos Generales del Estado. Al menos durante unos meses, tal como desvelaba este fin de semana El País. Sobre todo cuando eepublicanos y postconvergentes se encuentrana la espera de sus respectivos congresos para resolver sus liderazgos internos.

Además de la comparecencia de Montero, la Diputación Permanente del Congreso decidirá este martes si cita al presidente Pedro Sánchez a comparecer ante la Cámara baja a petición del PP para rendir cuentas por la huida de Carles Puigdemont. Además, también le piden su intervención para informar sobre la postura del Gobierno en relación "con el posible fraude electoral" en Venezuela y para dar cuentas de las actuaciones realizadas hasta ahora para afrontar la "emergencia migratoria" que vive España.

Más adelante, probablemente en octubre, Pedro Sánchez también tendrá que acudir a la comisión de investigación en el Senado que trata el presunto caso de corrupción de su esposa, Begoña Gómez. Aunque en el calendario del presidente hay una fecha en rojo: el 30 de septiembre. Ese día, la Audiencia de Madrid tendrá que decidir si archiva la investigación impulsada por el juez Peinado.