Ucrania estrena el arma prohibida
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Ucrania estrena el arma prohibida

John Kirby: "Hemos recibido algunos comentarios iniciales de los ucranianos y las están usando con bastante eficacia"

Un policía investiga una de las explosiones registradas en Odesa en el último bombardeo de Rusia.EFE

La Casa Blanca ha confirmado este jueves que las Fuerzas Armadas de Ucrania ya han usado en el campo de batalla las polémicas bombas de racimo suministradas a comienzos de mes por la Administración de Estados Unidos.

"Hemos recibido algunos comentarios iniciales de los ucranianos y las están usando con bastante eficacia", ha informado el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, confirmando así informes previos publicados por la prensa estadounidense.

Estados Unidos anunció el pasado 7 de julio el envío de las bombas de racimo pese a las críticas no solo de Rusia, sino también de algunas potencias occidentales aliadas de Estados Unidos y Ucrania, como Alemania, Canadá o Reino Unido, así como de organizaciones como Human Rights Watch (HWR), a las que preocupa el impacto de ese armamento sobre la población civil.

Esas bombas se incluían en un nuevo paquete de ayuda militar, valorado en 800 millones de dólares, en el que también había, entre otros, misiles para defensa aérea, sistemas antiaéreos Stinger y munición para los sistemas antiaéreos Patriot. El 13 de julio, el Pentágono confirmó que esas bombas se encontraban ya en territorio ucraniano.

Estas municiones, prohibidas en más de un centenar de países, funcionan liberando numerosas minibombas más pequeñas con un gran rango de alcance. Se teme que su uso pueda suponer el minado de grandes zonas.

Ucrania se ha comprometido ante Estados Unidos a usar las bombas de racimo con fines de desminado y solo contra posiciones rusas, nunca en zonas con población civil. Moscú, por su parte, desconfía de Kiev y ha acusado a Washington de cometer un crimen de guerra.

Kirby aprovechó su comparecencia para reiterar la condena y preocupación estadounidense por los ataques rusos contra Odesa y otros puertos ucranianos.

Tras poner fin al acuerdo de cereales del mar Negro, Rusia dijo esta semana que considerará todos los buques que se dirijan hacia puertos ucranianos como posibles transportistas de armamento y, por tanto, potenciales objetivos militares legítimos.

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional apuntó que Washington vigila "muy de cerca" la situación y la posibilidad de que Rusia use operaciones encubiertas, con barcos de falsa bandera, para justificar los ataques y culpar a Ucrania de los mismos.