¿Salvados o secuestrados? Una investigación revela que Rusia se ha llevado a 15.000 niños de Ucrania
La Red de Periodismo de Investigación de la UER publica un trabajo de meses que da cuenta de los traslados de críos, genocidio para Kiev, ayuda para Moscú.
Cientos de niños ucranianos están siendo trasladados a Rusia desde los territorios que Moscú ha ocupado en el este de Ucrania durante la invasión del país, que comenzó hace ahora casi un año. El Kremlin sostiene que los están poniendo a salvo, pero Kiev denuncia un genocidio sobre sus menores y lleva un recuento que sostiene que los traslados forzosos en más de 15.000 menores.
Gobiernos de todo el mundo, ONG internacionales y la ONU han condenado esta práctica. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, advierte de que en una situación de guerra no se puede otorgar a los niños otra nacionalidad ni hacer que los adopte otra familia. "En una situación de guerra, no se puede determinar si los niños tienen familia o tutela. Y, por tanto, hasta que eso no se aclare, no puedes darles otra nacionalidad ni hacer que los adopte otra familia. Así que está muy claro, lo hemos dicho, pero quiero repetirlo, esto es algo que está ocurriendo en Rusia y no debe ocurrir", señala.
Ahora, más allá de los avisos de los políticos, una investigación periodística pone negro sobre blanco lo que está pasando: un equipo de periodistas de la Red de Periodismo de Investigación de la UER (Unión Europea de Radiodifusión), de la que RTVE es miembro, ha publicado sus conclusiones de meses de trabajo, documentando el proceso en el que a los menores alejados del frente, sobre todo en el Donbás, se les concede la ciudadanía rusa y son puestos bajo tutela temporal en territorio de la Federación Rusa. Han pasado semanas analizando docenas de vídeos de medios oficiales rusos y ha entrevistado a autoridades ucranianas, familiares y ONG internacionales, hasta levantar la historia que ahora conmueve al mundo.
Las autoridades rusas se han negado a hacer declaraciones para este especial. Insisten en que los acogen en familias hasta encontrar a sus parientes, pero el gobierno ucraniano lleva meses denunciando que se trata de una campaña para "deportar" a la fuerza a miles de menores, en el contexto más amplio de otras atrocidades de la guerra. "Esto no es más que el genocidio del pueblo ucraniano a través de nuestros niños", afirma Daria Herasymchuk, Comisionada del gobierno ucraniano para los Derechos de la Infancia y la Rehabilitación.
Su denuncia es grave: "Les secuestran, les cambian la nacionalidad, los dan en adopción bajo tutela, cometen violencia sexual y otros delitos. Matan, hieren a nuestros niños y les infligen lesiones psicológicas. Todo esto no son más que signos de genocidio. Por supuesto, los rusos no lo hacen, así que podemos encontrar rápida y fácilmente a los niños y devolverlos al territorio de Ucrania". Hay intercambio de prisioneros, hay pasillos para el grano, pero nada para evacuar a niños a zonas seguras.
A falta de registros independientes, una web de Ucrania, ya a finales de enero, contenía nombres, fotos y fechas de nacimiento de casi 15.000 menores. Un total de 126 niños han sido devueltos a Ucrania, según la investigación, pero "sólo cuando los padres u otros adultos que han podido localizarlos han reunido el valor y los recursos necesarios para entrar en Rusia, después de mucho tiempo, un viaje costoso y peligroso a través de frentes de batalla activos y varias fronteras".
Los investigadores citan constantemente como clave la figura de la comisionada especial de Vladimir Putin para los derechos del Niño, Maria Alexeyevna Lvova-Belova, con la que el presidente ruso se ha entrevistado en varias ocasiones, vanagloriándose del tratamiento a los menores.
"Nunca en la historia ha habido una respuesta legal tan masiva a la actividad criminal internacional como la que estamos viendo hoy en Ucrania", afirmó para la investigación Reed Brody, fiscal internacional de crímenes de guerra. "La justicia ucraniana ha abierto decenas de miles de causas por crímenes de guerra. La Corte Penal Internacional ha iniciado lo que dice ser su mayor investigación sobre crímenes en Ucrania. También hay al menos otros 14 países que han abierto investigaciones basadas en la jurisdicción universal o porque sus ciudadanos fueron o fueron presuntamente víctimas en Ucrania", añade.
A campos de concentración y orfanatos
Justo coincidiendo con esta publicación, en EEUU se ha informado de que más de 6.000 menores ucranianos, entre los cuatro meses y los 17 años de edad, han sido enviados por parte de Rusia a campos de reeducación o al sistema de adopción ruso. Lo afirma un estudio del Laboratorio de Investigación de la Universidad de Yale dado a conocer este martes, financiado por el Departamento de Estado.
De acuerdo a ese estudio, Rusia ha mandado a más de 6.000 menores de Ucrania a esos campos u otras instalaciones desde el inicio de la invasión rusa del territorio ucraniano el 24 de febrero de 2022.
El experto Nathaniel Raymond, director ejecutivo de ese laboratorio estadounidense conocido en inglés como Yale HRL, indicó en una rueda de prensa virtual que disponen de "pruebas" de que Rusia ha violado la Convención de Ginebra y "otros elementos" de la ley internacional sobre los derechos de los menores y su protección en un conflicto armado.
Según la investigación, Moscú retiene a los menores ucranianos en 43 centros, de los que 41 fueron utilizados en el pasado para campamentos de verano infantiles.
Raymond precisó, además, que "el 78 % de esas instalaciones lleva a cabo alguna forma de reeducación de menores ucranianos, principalmente de zonas como Donetsk y Lugansk", en el este Ucrania.
Agregó que hay otros menores que han confirmado que han sido puestos en el sistema de adopciones y en orfanatos rusos.
El experto llamó la atención sobre el alcance geográfico "masivo" de estas actividades rusas, porque los centros adonde son enviados los menores ucranianos están en varias partes, como en la península de Crimea -ocupada por Rusia-, Moscú, el mar Negro y Siberia.
E incluso hay una instalación de ese tipo en Magadan, en la costa rusa del Pacífico, "más cerca del EEUU continental que de Moscú", apuntó Raymond.
El experto explicó que hay dos grupos de menores: por un lado, están los procedentes de Donetsk y Lugansk, que constituyen el grueso de los 6.000 niños, cuyo número ha sido calculado en base a los informes sobre transferencias a los campos de reeducación.
El segundo pertenece a lo que Rusia denomina "evacuados" de Jersón, Járkov y Zaporiyia, que, según Raymond, está siendo puestos en el sistema de adopción ruso.
El experto estadounidense subrayó que han podido identificar unos 32 centros donde se están llevando a cabo "esfuerzos sistemáticos de reeducación" para "exponer" a los menores ucranianos a una educación militar, además de una enseñanza académica rusa y un patriotismo cultural.
Otra de las responsables del estudio de EEUU, Caitlin Howarth, detalló que en lo que respecta al entrenamiento militar no se trata de menores sentados en un aula escuchando lo que dicen sus instructores, sino que consiste "en el manejo de armas de fuego".
"Tenemos imágenes de video y fotográficas de (los menores) pasando por vías con obstáculos, en entrenamiento físico, manejando vehículos y armas...", enumeró.
Raymond concluyó que con estos actos Rusia está adoptando un enfoque global a nivel gubernamental para reeducar, reasentar y llevar a cabo adopciones forzadas de menores ucranianos.
"Esto es exactamente consistente con lo que supusieron algunos de los primeros juicios de nazis ante el tribunal de Nuremberg. No hay duda de que no existe confusión en la ley internacional: Las acciones de Rusia son ilegales y pueden constituir un crimen de guerra y contra la humanidad", zanjó.