Rusia confirma la ausencia notable en el funeral de Prigozhin
El funeral del jefe de Wagner podría celebrarse este martes o este miércoles en el cementerio Serafímovskoe de San Petersburgo, según ha informado el Kremlin.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, no acudirá al funeral del jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, que podría celebrarse este martes o este miércoles en el cementerio Serafímovskoe de San Petersburgo, según ha informado el Kremlin.
"La asistencia del presidente no está prevista", ha declarado el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria en la que ha insistido en que de todo lo relativo a las exequias de Prigozhin se ocupa su familia.
En varias ciudades de Moscú se han registrado en estos últimos días homenajes espontáneos a la figura de Prigozhin, que ha comandado durante años una red de mercenarios implicada en varios escenarios de conflicto, incluido el de Ucrania.
La repentina muerte del oligarca —fallecido la semana pasada después de que el avión en el que viajaba se estrellase— ha generado una ola de especulaciones en estos últimos días, si bien el Kremlin ha asegurado que no ha tenido nada que ver con el siniestro. Putin ha expresado sus condolencias públicamente, recordando no obstante los "errores" cometidos por su antiguo aliado, en una alusión velada a la rebelión que lanzó en junio el líder de Wagner.
El Comité de Instrucción de Rusia (CIR) confirmó este domingo que se ha identificado el cadáver de Prigozhin y los de los otros nueve fallecidos en el siniestro de su avión. Según el CIR, la identidad de los ocupantes del avión fue confirmada por los análisis comparativos de ADN.
En el Embraer Legacy 600 de Prigozhin, que se estrelló por causas aún desconocidas a unos 300 kilómetros al noroeste de Moscú cuando volaba de la capital rusa a San Petersburgo, se encontraba también el principal comandante y cofundador de la compañía de mercenarios, Dmitri Utkin.
De momento las investigaciones no han arrojado luz sobre las causas del siniestro, entre las que se barajan una explosión a bordo, un fallo técnico o incluso un error de pilotaje.
Algunos medios han señalado la posibilidad de que la aeronave pudo ser abatida, intencionadamente o por error, por misiles de las unidades de defensa antiaérea que protegen una residencia del presidente ruso, Vladímir Putin, situada junto a la ruta que seguía el avión.
El Kremlin ha rechazado de manera rotunda las acusaciones de la oposición y las declaraciones de políticos occidentales de que Putin podría estar detrás del siniestro del avión de Prigozhin.