Los expertos detectan una gran grieta en el fondo de guerra de Putin: "Del que más duele a Rusia"
El último movimiento de Ucrania causará grandes pérdidas económicas a Rusia.
El tránsito de gas natural ruso a través de los gasoductos ucranianos hacia Europa ha llegado a su fin, marcando un hito en las relaciones energéticas y políticas entre las naciones afectadas. El acuerdo de tránsito firmado en 2020 expiró el 1 de enero sin señales de renovación, en un contexto de guerra y tensiones geopolíticas.
Como consecuencia, la gasista rusa Gazprom interrumpió a primera hora del miércoles el suministro de gas natural a través de Ucrania. "Debido a la negativa reiterada y explícita de la parte ucraniana para prorrogar estos acuerdos, Gazprom se vio privado de la oportunidad técnica y jurídica para suministrar gas para el tránsito a través del territorio de Ucrania a partir del 1 de enero de 2025", explicó la empresa.
Durante décadas, Ucrania fue una arteria clave para el gas ruso hacia Europa. Sin embargo, la cantidad de gas transportada en 2023, aproximadamente 15.000 millones de metros cúbicos, representó solo una décima parte de los volúmenes manejados antes del inicio del conflicto entre ambos países.
El profesor Veli-Pekka Tynkkynen, de la Universidad de Helsink considera que el acuerdo habría finalizado antes si el gas ruso no hubiera sido vital para Europa. Ucrania optó por esperar el vencimiento del contrato para evitar acusaciones de agravar la crisis energética en el continente. "Ahora, sin embargo, hay un punto conflictivo (a medida que el acuerdo expira) y es comprensible que Ucrania no tenga ningún deseo de renovar el acuerdo", desarrolla en una entrevista con MTV Uutiset.
Impacto Económico
El experto señala que el fin del tránsito afecta principalmente a Rusia, que recibía entre 5.000 y 6.000 millones de dólares anuales por el gas exportado a través de Ucrania. Este ingreso, aunque modesto en comparación con los obtenidos por exportaciones de petróleo, era significativo para una economía en guerra.
Además, la infraestructura rusa no está preparada para redirigir este volumen de gas hacia otros mercados. "El corte de gas por gasoducto en realidad perjudica más a Rusia, en el sentido de que el país no tiene la capacidad de exportarlo de otra manera. Esto hace una mella inmediatamente visible en las arcas de guerra de Rusia", señala Tynkkynen.