El "Profesor del Juicio Final" ruso declara que los misiles nucleares son un "regalo de Dios"
Sergei Karaganov defiende el uso de armas nucleares como un mandato divino.
Sergei Karaganov, conocido en Rusia como el “Profesor del Juicio Final” y líder del Consejo de Política Exterior y de Defensa, ha afirmado que las armas nucleares son un “regalo de Dios” y que deben ser utilizadas para no enfurecer al Todopoderoso. Estas declaraciones se producen poco después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, realizara un simulacro de guerra nuclear, lanzando una serie de misiles en un claro mensaje de advertencia a Occidente.
Karaganov sostiene que la posesión de armas nucleares por parte de Rusia es resultado de la intervención divina. “El hecho de que tengamos armas nucleares es el resultado de la intervención del Todopoderoso. No debemos enfurecer a Dios. Y por eso debemos usar activamente las armas que nos dio para nuestra autosalvación”, declaró. Además, considera que no utilizar estas armas sería un pecado contra el pueblo soviético y ruso, recordando las vidas perdidas para que el país pudiera poseerlas.
El profesor también mencionó que Dios impidió que los alemanes, quienes estaban adelantados en la carrera armamentista, adquirieran armas nucleares. “Luego nos ayudó, con las manos de Oppenheimer y Fuchs. De esta manera, salvó a la humanidad”, explicó Karaganov. J. Robert Oppenheimer, conocido como el “padre de la bomba atómica”, fue el director científico del Proyecto Manhattan, que desarrolló las primeras armas nucleares durante la Segunda Guerra Mundial. Klaus Fuchs, por su parte, trabajó en el mismo proyecto pero fue un espía soviético que pasó secretos nucleares a Moscú, ayudando a la URSS a desarrollar su propio arsenal nuclear.
Karaganov ha afirmado en el pasado que Putin fue enviado por Dios para salvar al mundo. En una conversación con el presidente ruso, le dijo: “Tu tarea no es solo ganar la guerra y salvar a Rusia, sino también salvar al mundo”.
Las recientes maniobras militares de Rusia, que incluyeron el lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales Yars desde el cosmódromo de Plesetsk hasta el campo de pruebas de Kura en Kamchatka, fueron descritas por el ministro de Defensa, Andrei Belousov, como una demostración de la capacidad de Rusia para llevar a cabo un “ataque nuclear masivo” en respuesta a un ataque nuclear enemigo.