Colonos israelíes frente a la Franja de Gaza: "Es nuestra tierra y volveremos allí"
"Si los palestinos quieren vivir con nosotros deben estar bajo la ley israelí. Entiendo que quieran estar aquí porque somos el mejor país del mundo". Un paseo por los postulados más radicales que llaman a violar (aún más) el derecho internacional, a las puertas de un enclave asediado con más de 42.000 muertos, la mayoría, niños y mujeres.
A pocos kilómetros de la Franja de Gaza, en medio de la nada, un grupo de colonos israelíes bailan, saltan y cantan en círculo; de fondo resuena la artillería israelí dentro del devastado enclave palestino, a donde los judíos exigen volver porque, dicen, es su tierra y les pertenece.
"Hemos venido aquí para decirle al mundo que necesitamos estar en Gaza y quedarnos allí para siempre. Nos pertenece y volveremos a vivir allí. Es la única manera de acabar con Hamás", explica a EFE Yair Maoz, un colono que vive en un asentamiento en Hebrón, en la Cisjordania ocupada, junto a su mujer y sus cinco hijos.
Como Maoz, otras muchas familias de colonos e israelíes de extrema derecha no han querido perderse este evento organizado este lunes por el grupo radical Nachala, capitaneado por la colona Daniella Weiss, que promueve la expansión de colonias, ilegales según el derecho internacional, ahora también en Gaza.
"Lo voy a decir muy claro y alto: los palestinos han perdido su derecho a permanecer en Gaza después de lo que nos hicieron el pasado 7 de octubre. Ninguno de ellos permanecerá en la Franja, estamos preparados para volver lo más pronto posible", grita eufórica Weiss ante un público que aplaude cada una de sus palabras.
Weiss, que fue alcaldesa del asentamiento de Kedumim, defiende el regreso de los israelíes a Gaza argumentando que beneficiará a Estados Unidos y a Europa, ya que según ella supondrá el fin "del demonio de Hamás en la Franja de Gaza".
"Estoy deseando que todos vosotros podáis disfrutar muy pronto de las playas de Gaza", agrega Weiss, quien en varias ocasiones ha sido arrestada por agredir a la Policía israelí en actos de protesta.
Crear seis colonias en Gaza
Israel desmanteló 21 asentamientos dentro de la Franja de Gaza en 2005, la mayoría en primera línea de playa, y obligó a unos 8.000 residentes a marcharse tras el plan unilateral de retirada del entonces primer ministro, Ariel Sharon, que terminó con una ocupación directa desde la Guerra de los Seis Días de 1967.
El proyecto que promueve ahora el grupo de Weiss es la creación de seis asentamientos en diferentes puntos a o largo de toda la Franja de Gaza, hoy con más de dos millones de palestinos, la mayoría desplazados tras más de un año de guerra.
En el mapa que la judía ultraortodoxa de 23 años, Orit Rosenfelder, muestra a EFE están señaladas estas seis colonias: "En el norte, en Yabalia, mi primo está luchando contra Hamás y lo que estamos viendo es que mientras sigamos permitiendo a los palestinos vivir allí, más terrorismo habrá porque la mayoría no quiere paz", relata. Y subraya: "Estamos preparados para volver a vivir en Gaza en cuanto recibamos luz verde del Ejército y nos diga que es un lugar seguro. Regresaremos a nuestra tierra".
Ya en enero, en otra conferencia celebrada en Jerusalén en la que participaron hasta doce ministros israelíes, los colonos expusieron públicamente sus dos grandes objetivos, repetidos hoy por el ministro de Seguridad Nacional, el colono Itamar Ben Gvir.
"¡Fomentar la inmigración y los asentamientos judíos en Gaza está en nuestras manos!", dijo este lunes en el acto Ben Gvir, antiárabe y condenado en el pasado por incitación al racismo y vandalismo. "Sin asentamientos no hay seguridad. Nos asentaremos y haremos que Gaza prospere porque es nuestra tierra", reiteró en el estrado el también colono ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich.
Rosenfelder también lo tiene claro: "Si los palestinos quieren vivir con nosotros deben estar bajo la ley israelí. Entiendo que quieran estar aquí porque somos el mejor país del mundo, pero si siguen atacándonos lo mejor es que se vayan al Líbano, Egipto u otros países árabes. Aquí no les queremos".