Australia rompe con dos países y pide ayuda a España con sus buques de guerra

Australia rompe con dos países y pide ayuda a España con sus buques de guerra

Dejó de confiar en nuestro país para la construcción de sus embarcaciones, pero se ha arrepentido de su decisión.

  LHD Athlas 26000 de la Marina AustralianaNAVANTIA

Después de 20 años confiando en Navantia para la construcción de sus buques de guerra, Australia decidió en 2018 encargar a la compañía británica BAE Systems el desarrollo y fabricación de nueve embarcaciones. Sin embargo, según La Razón, la operación no ha salido como esperaban y ahora tratan de enmendar su error y volver a recurrir a la empresa española.

Inicialmente, Australia solicitó nueve unidades de buques Hunter, basados en el modelo Tipo 26 que Reino Unido tiene en su Royal Navy. El objetivo era sustituir sus buques de la clase Anzac que ya se habían quedado anticuados. Pero ahora ha cambiado de opinión y ha recortado el pedido a solo seis barcos, de modo que se libera el resto de recursos para poder obtener el resto de las unidades más rápidamente.

Los problemas con el modelo de Reino Unido comenzaron hace 6 años, cuando se hizo con el concurso. Ya en ese momento el Instituto Australiano de Política Estratégica (ASPI) emitió un informe avisando de los riesgos de adquirir el diseño de la fragata Tipo 26. Sin embargo, sobre los otros dos competidores, Navantia y Fincatieri, no pesaba ninguna advertencia.

Pero tras elegir a Reino Unido, los problemas no han hecho más que sucederse. Según otro informe del ASPI publicado hace un año, el diseño de los Hunter "está lejos de ser coherente", debido a que surgió la necesidad de aumentar el tamaño de cada buque de 8.000 a 10.000 toneladas para cumplir con las modificaciones exigidas por Australia. 

No obstante, esto genera también un mayor consumo de combustible, así como un incremento de los costes de funcionamiento y una reducción del rendimiento en combate. Así pues, si se diera el caso de un enfrentamiento, la tripulación no podría mantener el barco a plena potencia y hacer un uso intensivo del radar al mismo tiempo. 

Titania
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Santander

Hasta que Australia decidió tomar cartas en el asunto, el gasto había superado los 35.000 millones de dólares australianos previstos (unos 21.000 millones de euros) y acumulaba un año y medio de retraso. Ahora han puesto en marcha un nuevo proceso de adquisición en el que se incluye otra vez a España, mientras que Reino Unido no aparece por ningún lado.