Arabia Saudí sobrepasa todas las líneas rojas con su ciudad imposible del futuro

Arabia Saudí sobrepasa todas las líneas rojas con su ciudad imposible del futuro

'The Line' empieza a torcerse...

Las obras en The Line, la megaciudad futurista en Arabia Saudí.YouTube

Hacia un futuro del todo sorprendente... y problemático. La futurista ciudad The Line proyectada por Arabia Saudí es uno de los grandes ejemplos a gran escala de construcción masiva para impactar en todo el mundo.

Sin embargo, desde hace tiempo ese faraónico proyecto va sumando voces en contra, hasta considerarla una "megaciudad convertida en un infierno para sus habitantes" en la que las autoridades han dado el visto bueno a usar la "fuerza letal" para su construcción.

Como informa La Razón, este proyecto nació en 2021, con la presentación de un programa estratégico en un territorio fronterizo entre Jordania y Egipto. Una ciudad con 'rascacielos' paralelos de más de 120 kilómetros de largo y 500 metros de alto para aspirar a ser el hogar de cerca de diez millones de habitantes.

Una ciudad absolutamente diferente, también, por sus dimensiones, de 170 kilómetros en línea recta y una anchura mínima, y por su alimentación, eminentemente a través de energías renovables para convertirla en un espacio accesible para todos en cuestión de minutos. 

En la grandilocuente presentación del proyecto se miraba hacia 2024 como una fecha clave para tener la ciudad prácticamente acabada, pero la realidad dista mucho de este objetivo. Y de ahí vienen las urgencias de las autoridades saudíes, que han denunciado diferentes organizaciones de derechos humanos. 

Añade La Razón que ya son más de 6.000 las personas han tenido que ser desplazadas por el proyecto, según cifras gubernamentales, aunque varias organizaciones creen que las cifras son superiores, junto a numerosas pérdidas de infraestructuras básicas para 'permitir' espacio a las nuevas construcciones.

Titania
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Santander

Los planes se van torciendo. Y ahora, numerosos expertos ven dudas también en la propia distribución de la ciudad, ya que su forma lineal concentraría a esos alrededor de nueve millones de habitantes en unos pocos kilómetros cuadrados, disparando la densidad de población a cifras demasiado elevadas.