Las claves de la semana: ...Y la montaña parió un ratón
González no comparte la senda por la que transita Pedro Sánchez, pero tampoco acaba de convencerle la alternativa que asoma de cuando en cuando por el Guadalquivir para ocupar la silla de secretario general del PSOE.
Siempre igual. Crean grandes expectativas y obtienen magros resultados. Este es el PSOE. El de amagar y no dar. El de bullir y no hervir. El de las prisas y las ansiedades. Así que la montaña esta semana ha vuelto a parir un ratón, quizá dos. La del esperado pronunciamiento público de Felipe González y la del Comité Federal.
"Acepto esta entrevista porque estoy cansado de que otros interpreten lo que suponen que pienso o debería pensar, dependiendo de gustos o intereses", afirmó el otrora presidente en una entrevista de Antonio Cañopublicada en El País. Tanto interpretarle, invocarle y alinearle, que se hartó de que dijeran que dice...
Felipe, en desacuerdo con unos y otros
Para decir, pensó, si eso ya digo yo. Y dijo: "A veces sufro porque estoy en desacuerdo con unos o con otros, incluso con unos y con otros (....)". Pues eso: que no comparte la senda por la que transita Pedro Sánchez, pero tampoco acaba de convencerle la alternativa que asoma de cuando en cuando por el Guadalquivir para ocupar la silla de secretario general del PSOE.
Así que primer roedor que salía del volcán porque erraron quienes esperaban de él un pronunciamiento que hiciera temblar los cimientos de Ferraz y fortalecer las posiciones de sus críticos. Dijo lo que dijo y esto fue que cree inviable una gran coalición PP-PSOE; que con Podemos, ni a dar un paseo; que no cree que exista la mayoría progresista y reformista que persigue Pedro Sánchez para una hipotética investidura y que por lo tanto los socialistas no deberían impedir que el otro gobierne. Claro que con ello sugería una abstención de los suyos para que gobernase el PP en minoría, la misma tesis que algunos de los barones del PSOE habían ya defendido en privado, pero nunca en público.
El hedor de las alcantarillas de Génova
¡No se me alarmen las bases! González eligió la peor semana para dibujar semejante escenario. Imposible que el PSOE trague con un PP financiado en Valencia con comisiones del 3%, 50 nuevos imputados, con el "Te quiero, coño" de Rajoy a Alfonso Rus y los "caloret" que le quedan por pasar a Rita. Sería tanto como aceptar que la estabilidad del país pasa por que la derecha siga en La Moncloa, pese al hedor que desprenden las alcantarillas de la calle Génova.
Al menos la semana ha servido para que todos los socialistas, barones incluidos, se avengan a que el "no" al PP debe seguir siendo un "no" por más que haya sugerido lo contrario Felipe González, la quinta de Corcuera o una fundación de ex ministros encabezados por José Bono.
Los barones renuncian a la resolución política
Otra cosa es que coincidan ya en a quién elegir como compañero de un viaje a ninguna parte. Al PP, no. Pero tampoco a Podemos, aunque esto no se explicitará con la misma rotundidad en el Comité Federal que se celebrará esta mañana. Ni lo hará la dirección federal ni ninguno de los barones. Más vale no soliviantar a la militancia ni poner en riesgo los gobiernos regionales. En el fondo saben que tras el órdago de Iglesias no había más que tacticismo para endosar al PSOE el cartel de "responsable" de unas nuevas elecciones.
Pero vayamos al segundo ratón que saldrá de la montaña porque, pese al ruido de las últimas semanas y la voluntad de algunos dirigentes para redactar una nueva resolución política que obligara a Sánchez a rechazar -por acción u omisión- el necesario apoyo de los independentistas con el que tejer un gobierno de cambio, todo ha quedado en agua de borrajas. No habrá un nuevo pronunciamiento escrito que ate a la dirección en este sentido y tampoco una corrección del ya aprobado el pasado 28 de diciembre. Y esto a pesar de que la desconfianza de los barones en Sánchez es hoy mayor a la de hace un mes por sus bandazos: ora un acuerdo de izquierdas, ora un pacto con la derecha a cambio de la presidencia del Congreso, ora una cesión de senadores a los independentistas
Pues ni por esas. Nadie está dispuesto a asumir el desgaste de un nuevo combate ideológico-político que quede reducido en las crónicas a una simple batalla por el poder orgánico y el liderazgo del partido. Menos después de que Sánchez diera un nuevo volantazo en la búsqueda de aliados y anunciara a sus barones que en los próximos días se dispone a explorar las posibilidades de un acuerdo con Ciudadanos para el que buscaría la abstención de Podemos. El candidato del PSOE busca nada más y nada menos que la cuadratura del círculo, aunque entre los suyos no haya uno que crea posible esta suma de extraños sumandos.
Enésimo espectáculo, la fecha del congreso
Tanto que la mayoría de los barones se preparan ya para unas nuevas elecciones y para dar la batalla por la fecha del el congreso federal que Ferraz propone celebrar en junio -aunque la votación para elegir al secretario general se haría a finales de mayo- y que los territorios pretenden adelantar para que tenga lugar antes de unos nuevos comicios. De momento, no hay acuerdo. Y vayan sacando entradas porque este será el enésimo espectáculo. Promete...