Los resultados del 9-J constatan que el PPE puede seguir apoyándose en los socialistas y los liberales, sin necesidad de recurrir a la derecha radical.
La puerta abierta del PPE a negociar con los Conservadores y Reformistas lanza el mensaje de que hay extremistas más buenos y más malos. Estos son todos, estas sus causas y sus peleas internas.
Tras 25 años en el Parlamento, el derechista radical pesca en el río revuelto de la crisis de Gobierno. Se ha roto el tabú del cordón sanitario, su Partido por la Libertad ha edulcorado el tono y ya es primera fuerza. Cerrar pactos no será sencillo.
La "responsabilidad última" de la negociación no recae en Junts, ni tampoco en ERC. Son los socialistas los que "tienen que tomar la iniciativa y tomar conciencia de la dificultad", dice el expresident.
Alejandro Fernández niega lo que había deslizado el vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del PP, Pedro Rollán, sobre contactos con "con todas y cada una de las formaciones políticas".
"Gana el que es capaz de conformar Gobierno, y eso es lo que va a intentar el PSOE", defiende la ministra, que aboga por la discreción en los contactos y por respetar los plazos. Ahora, lo primero, es conformar el Congreso.
El expresident catalán, desde Bélgica, repite el mensaje de Nogueras sobre el papel decisivo de su formación para el Gobierno: hay que "seguir defendiendo Cataluña".
El candidato del PP a la presidencia del Gobierno pide "un esfuerzo" para subir el SMI sin comprometer la viabilidad de las empresas y defiende hablar con el PSOE.
¿Pactará la derecha con VOX en Andalucía? A pesar de que Ciudadanos haya hecho esfuerzos por ignorar o desmarcarse del partido de ultraderecha liderado por Santiago Abascal, la hemeroteca es infalible. Este momento de halagos mutuos se dio en 2014 en 'El gato al agua', programa político de Intereconomía. Del "hay importantísimos puntos de contacto entre Ciudadanos y VOX" de Abascal al "la gente que nos conoce sabe que la cordialidad entre nosotros ha sido siempre así" de Rivera.
Desde la noche del 26 de junio, una mayoría amplísima del partido es consciente de que los votantes de izquierdas, socialistas y progresistas que optaron por la papeleta del PSOE lo hicieron para que el PSOE fuera la alternativa al PP, no para que gobernara con el PP o le dejara gobernar. Hablo del PP, no de Rajoy, del PP. Nuestro rechazo a la investidura de Rajoy es coherente con nuestras promesas, con nuestros principios y con nuestra palabra.
La gestora que ha tomado el control del PSOE necesita armarse de razones en un tiempo récord, si es posible antes de que los militantes plasmen sus reacciones en trámites que pudieran resultar razonables y hasta eficaces. Alarmados ante la amenaza de perder la voz que el propio Rubalcaba les había dado con las elecciones primarias -las que llevaron a Sánchez a la secretaría general-, cada día llegan a Ferraz voces de que lo de atar a los militantes no va a ser tan fácil.