Chacón, en la encrucijada
La decisión de Miquel Iceta de celebrar en julio una jornada de "triple urna" en Cataluña coloca a Carme Chacón ante un trascendental dilema. Tendrá que retratarse y decidir si quiere encabezar la candidatura del PSC por Barcelona al Congreso de los Diputados por tercera vez consecutiva o recabar apoyos para la carrera hacia La Moncloa.
Hace tiempo que en el PSOE están convencidos de que la historia la borrará de sus índices postergándola al silencio del que ella intentó huir; que no ocupará jamás una línea en la enciclopedia del socialismo español; que su tiempo ya pasó y que en su reloj, tantas veces detenido, nunca volverá a escucharse el sonido del tic-tac...
Sin embargo ella, Carme Chacón, no desiste a pesar de la condena y la negación a la que le someten los suyos. No lo hizo cuando se replegó tácticamente en 2011 después de que Zapatero diera paso a la candidatura de Rubalcaba para la presidencia del Gobierno; tampoco tras ser derrotada en el 38 Congreso Federal de 2012 y menos cuando en julio pasado decidió en una incomprensible maniobra sumarse al proyecto de Pedro Sánchez y formar parte de una Ejecutiva Federal que ella misma deslegitimó semanas antes en una carta abierta a la militancia.
Desde entonces no ha hecho más que conjugar el verbo "chaconear", que en el PSOE es sinónimo de "maquinar" o "intrigar". Si un día lo hizo contra Rubalcaba, hoy conspira, sin disimulo, contra Pedro Sánchez, sin dejar de postularse para el futuro ya no tan lejano. La ex ministra de Defensa es de las convencidas de que en mayo, tras la esperada debacle en municipales y autonómicas, el partido tendrá que apartar a Sánchez de la pista, bien en primarias o bien en un congreso extraordinario.
A la espera de si Díaz decide dar o no el salto a la arena nacional, ahí está ella preparada por si acaso. De nada le han servido los consejos de sus más allegados cuando le han sugerido que su tiempo ha pasado y que hoy no sumaría ni de lejos los apoyos tejidos en el Congreso Federal de Sevilla. Ni Andalucía, ni Valencia, ni Madrid, ni tampoco Cataluña estarían con ella. Pero desde que se enturbiaron las relaciones entre Susana Díaz y Pedro Sánchez, su entorno y ella misma no han dejado de insinuar, incluso afirmar sin ambages, que la catalana podría ser candidata a las primarias contra el secretario general.
Ya contamos hace semanas en El Huffington que andaba animando a algunos alcaldes para organizar un frente común después de las elecciones de mayo y también que en una reunión con empresarios en Madrid había dejado caer su nombre como alternativa a Sánchez. Idéntico mensaje al que ha trasladado personalmente a algunos periodistas. Y es que es tanta su distancia con el secretario general que en la reunión de la Ejecutiva que defenestró a Tomás Gómez como líder del PSM, Chacón fue de las pocas voces que defendieron al ex secretario general de los socialistas madrileños. Esto por no hablar de que desde que fue elegida secretaria de Relaciones Internacionales de la dirección federal, sus declaraciones o apariciones públicas en la agenda exterior se cuentan con los dedos de una mano, lo que ha hecho que el PSOE haya perdido perfil en ese área fundamental de la política europea y global.
Pero, cuidado, porque todas sus aspiraciones podrían de nuevo saltar por los aires. Y esta vez no podrá denunciar presuntas maniobras para desestabilizar el partido, ni conspiraciones, ni procesos ilegítimos, ni la mano negra de Rubalcaba... Habrá sido el primer secretario del PSC, en el que ella milita, quien la haya puesto ante una importante encrucijada.
Y es que la decisión de Miquel Iceta de celebrar el próximo julio una jornada de "triple urna" en Cataluña coloca a Carme Chacón ante un trascendental dilema, ya que el mismo día que que se celebren primarias para elegir candidato a la Presidencia de la Generalitat, los ciudadanos y militantes que acudan a votar podrán hacerlo también para decidir el candidato a la Presidencia del Gobierno y el cabeza de lista del PSC por Barcelona a las elecciones generales. La única condición es que haya más de dos candidatos para cada consulta. Eso sí, los tres procesos serán excluyentes, de tal modo que quien quiera postularse y recoger avales sólo podrá hacerlo por uno de los tres procedimientos.
Así pues, la eterna aspirante a liderar el PSOE tendrá que retratarse y decidir si quiere encabezar la candidatura por Barcelona al Congreso de los Diputados por tercera vez consecutiva o recabar apoyos para la carrera hacia La Moncloa. Si elige lo primero no podrá aspirar a las primarias nacionales. Si, por el contrario, opta por competir frente a Sánchez por la candidatura a las generales y pierde, un escenario más que probable, habrá cavado su fosa política. Claro que en el PSOE, donde no desdeñan los poderes maquiavélicos de Iceta, tampoco descartan que en la dirección del PSC impulsen a otro candidato a encabezar la candidatura por Barcelona, Y en ese caso, dicen que Chacón, que hace tiempo que perdió el afecto incluso de los socialistas catalanes, tampoco tendría asegurado el escaño en el Parlamento español.
A saber, pero la jugada ha sido maestra y el artífice, Iceta, uno de los pocos barones que ha dado apoyo explícito a Sánchez en su pugilato con Susana Díaz. ¡Ni a Rubalcaba se le hubiera ocurrido semejante treta!