Los talibanes entran en Kabul mientras el presidente de Afganistán huye del país
Ashraf Ghani se marcha ante el avance talibán, que ha conquistado 26 capitales en una semana.
Sólo quedaba Kabul y ya están ahí. Tras conquistar 26 capitales regionales en poco más de una semana, los talibanes ya han entrado en la capital de Afganistán, provocando la huída del presidente del país, Ashraf Ghani.
“Para evitar actos de saqueo en Kabul y que los oportunistas no hagan daño a la gente, el Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes) ordenó a sus fuerzas entrar en las áreas de Kabul de donde salió el enemigo”, aseguraron los talibanes en un comunicado.
Los talibanes, que previamente habían asegurado que no entrarían en Kabul hasta que se produjera una transicion de poder pacifica, insistieron en que la población “no debe temer a los muyahidines”.
Afirmaron que sus combatientes entrarán en la ciudad “con calma, no se meterán con nadie. Los militares y los empleados civiles del Gobierno deben confiar en que nadie les hará daño”.
“No le está permitido a ningún combatiente entrar en casa alguna o torturar o molestar a nadie”, sentenciaron.
Tras la orden, combatientes talibanes comenzaron a patrullar las calles de Kabul, registrando a las personas que se iban encontrando, para luego dejarlas seguir, según pudo ser testigo Efe.
Poco antes, se daba a conocer el anuncio de que el “expresidente” Ghani había abandonado el país, lo que acercaba aún más la victoria de los talibanes tras veinte años de guerra.
En un mensaje de vídeo, el presidente del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional de Afganistán, Abdullah Abdullah, aseguró que “el expresidente” Ghani ha abandonado el país, y le culpó de la situación que vive en estos momentos Afganistán.
“Mi esperanza es que Dios y el pueblo de Afganistán decidan sobre el expresidente de Afganistán, que abandonó el país y puso a la nación en esta situación”, dijo Abdullah, que en el pasado llegó a compartir poder con Ghani.
Abdullah pidió a los ciudadanos “paciencia para pasar estos días difíciles” en los que espera, dijo, los afganos puedan encontrar una forma de vida pacífica.
Los talibanes se habían apostado esta mañana al norte, oeste, y sur de los límites de Kabul, marcando el asedio en casi todo el perímetro de la ciudad y con casi todas las provincias vecinas bajo su control, a la espera de una transición de poder pacífica.
El ministro del Interior afgano, Abdul Satar Mirzakwal, había asegurado que Kabul no sería atacada, “ya que se acordó que la seguridad y el poder político de la ciudad de Kabul se entregarán pacíficamente bajo una administración de transición”, reveló en una declaración en vídeo.
El acecho de los talibanes había aumentado la presión para tratar de encontrar una salida de urgencia de parte de la población ante la probable caída de la ciudad, un temor que se cierne sobre funcionarios públicos, académicos, periodistas y, sobre todo, entre aquellos que han trabajado con alguno de los países que enviaron tropas a Afganistán para combatir a los insurgentes.
Avance talibán en pocas semanas
En los últimos tres meses y medio, los insurgentes han capturado 140 centros de distrito y 26 capitales de provincia, con solo ocho ya bajo control del Gobierno afgano, la mayor ganancia territorial de los talibanes en dos décadas de guerra.
La ciudad de Jalalabad, la capital de la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán, fue tomada este domingo por los talibán en su rápido avance en el país. El sábado también conquistaron la ciudad de Mazar-e-Sharif, capital de la provincia de Balj, lo que supone el dominio completo sobre la zona norte de Afganistán.
Gardiz, capital de la provincia suroriental de Paktia, también fue capturada por los talibanes anoche después de que las fuerzas de seguridad afganas abandonasen la ciudad sin oponer resistencia.
Nilli, capital de la provincia central de Daikundi, también cayó anoche ante los talibanes sin que se produjesen choques entre las fuerzas nacionales y los insurgentes.
“No hubo enfrentamientos en Nilli, todas las fuerzas de seguridad y funcionarios locales evacuaron la ciudad sin enfrentamientos y los talibanes ahora tienen el control de la ciudad”, dijo a Efe la diputada por Daikundi en la Cámara Baja del Parlamento, Sherin Mohsini.
“Me alegra que no haya habido combates que pudiesen acabar con la vida de nuestros jóvenes, pero me enfada que el Gobierno entregue las provincias a los talibanes con tanta facilidad y sin resistencia”, añadió.
En este sentido, la representante se pregunta: “Si el plan era entregar las ciudades a los talibanes, ¿por qué durante el último año el Gobierno envió a las fuerzas de seguridad a combatir contra los talibanes y perdimos miles de tropas?”.
La ofensiva talibán coincide con el repliegue de fuerzas internacionales, pero los gobiernos implicados se han limitado en las últimas a gestionar la salida de sus funcionarios y otros ciudadanos. Estados Unidos ha movilizado a 5.000 militares con este fin.
Según Europa Press, que cita fuentes de DPA, habrían aplazado su entrada por petición del enviado especial de EEUU para Afganistán, quien les ha pedido no entrar en la capital hasta terminada la evacuación del personal diplomático de la Embajada en Kabul.
El Gobierno estadounidense dijo a principios de este mes que ya tramitaba unas 20.000 solicitudes de visado de afganos que ayudaron a sus soldados junto a sus familiares, al menos 50.000 personas más.
Otros países como Canadá, Alemania, Reino Unido o España también han anunciado la próxima evacuación de parte del personal de sus embajadas y de otros ciudadanos afganos con sus familias que trabajaron codo con codo con ellos durante estas dos décadas.