Espadaler: “Illa es la única alternativa”
Entrevista con el líder de Units y ‘número tres’ en la lista del PSC: “El cambio en Cataluña es necesario y posible”
Objetivo: lograr que nacionalistas moderados voten a Salvador Illa. Esta es la principal misión de Ramon Espadaler, del partido Units per Avançar, que va como ‘número tres’ en la lista del PSC en estas elecciones catalanas. Lo tiene claro, el exministro de Sanidad es el único que puede llevar a la Generalitat un cambio tranquilo, posible y necesario frente al “lío” de ERC y Junts.
Espadaler, que fue conseller en gobiernos de Jordi Pujol y de Artur Mas, dice que Cataluña necesita a Illa para mirar adelante, sin revanchismos, y recuperar el pulso económico. Él votaría ‘no’ a la independencia y piensa que es la hora de un Ejecutivo que “gobierne para todos”. Puesto a soñar, desearía un Govern en solitario de Illa, con apoyos externos. Lo que tiene claro es que no le pedirán sus votos a Vox si son necesarios. Y muestra su sorpresa sobre que la campaña vaya de un ‘todos contra Illa’ y no se centre en los fondos europeos de recuperación.
¿Esto se ha convertido desde el principio en un ‘todos contra Illa’?
Pues sí. Desde el primer debate era un ‘todos contra Illa’, lo cual es un reconocimiento tácito y rotundo de que Illa es la única alternativa. Y su respuesta es propositiva, mira hacia adelante.
¿Existe el efecto Illa?
Una evidencia es ese todos contra uno. Ha removido algo tectónico en la campaña y ha permitido algo muy importante: visualizar que es posible una alternativa al independentismo aquí en Cataluña. Y hacerlo desde la templanza, el respeto, con voluntad de inclusión, desde la razón y la propuesta.
En el CEO catalán se vaticina que el PSC será tercero, ¿se cree la encuesta?
Las encuestas con como el perfume, hay que olerlas, pero no bebérselas. Desde la irrupción de Illa en campaña, se está consolidando una posición y va a ir más allá. Se está demostrando que hay una alternativa. El 14-F vamos a decidir si seguimos en el lío o cambiamos. Esa alternativa de cambio va a crecer todavía más durante la campaña. Esto es posible, queda mucho partido y va a ser favorable a las tesis de Illa.
Viene de aquel mundo de CiU, ¿considera que puede haber soberanistas cansados del procés que voten a Illa?
Los hay, sin duda. Nosotros, como Units, somos la evidencia de que lo que dice Illa no es un simple discurso. Cuando dice que se dirige a los votantes socialistas, a aquellos que no les han votado o a aquellos que les van a votar una vez, nosotros pertenecemos a los últimos aspectos. Nos dirigimos a un público que no es tradicionalmente votante socialista pero que desea estabilidad, que la economía funcione, que haya una cierta paz social, que no haya fractura, que no haya una mirada revanchista, que haya una reconstrucción tanto interior como con España. Por eso, damos apoyo. El cambio es imprescindible en Cataluña, es posible y necesario.
¿Qué le ha prometido Illa? ¿De qué sería conseller?
No le vamos a pedir ninguna promesa, ja, ja, ja. Lo que está garantizando Illa, y nos conocemos sobradamente tanto personal como políticamente, es un cambio sereno, constructivo y positivo, que no se recrea en las fracturas. Y hacer un Govern que gobierne para todos. La composición ya se verá.
¿Le lastra a Illa el hecho de que dimitiera como ministro de Sanidad en plena tercera ola?
Cuando Illa manifestó su voluntad de aceptar la candidatura, todo el mundo le pedía que dimitiera. Cuando lo hizo, todo el mundo ahora le achaca el hecho de haber dimitido. Illa ha sido un servidor público de primer nivel, con una honestidad tremenda. No he visto al Illa ministro haciendo campaña electoral ni veremos ahora al Illa candidato haciendo política sanitaria.
Esto es como un partido a doble vuelta, nadie tendrá mayoría absoluta y habrá que hablar de alianzas. ¿Cuál es el Govern que le gustaría?
Uno de Illa como presidente en solitario y con apoyos externos. Eso va a depender de una cosa: que todo el mundo que crea que la única alternativa de cambio real y efectiva es Illa lo vote. A partir de ahí, es posible construir ese gobierno en solitario con apoyos externos y con permisos incluso de algunas formaciones políticas, pero para superar el embrollo y el lío permanente que ha supuesto el Govern de los partidos independentistas.
En ese día después, habrá novedades en el Parlament. Las encuestas apuntan a que por primera vez entrará la ultraderecha. ¿Qué le parece?
No voy a colaborar en que entre la ultraderecha. Por lo tanto, hablo muy poco en campaña o no hablo de lo que representa Vox. Es una novedad preocupante, nos asemeja a la peor Europa.
Se puede dar la circunstancia de que tengan que depender de sus votos para una investidura, ¿Les pedirían a Vox sus votos?
No, no. Vamos a confiar en nuestros votos, vamos a ver el resultado electoral, pero no está en nuestra hoja de ruta gobernar con los votos de Vox.
¿PP y Cs facilitarían una investidura de Illa?
Eso debería preguntárselo a ellos. Cuando antes decía que con permisos, me refería a estos dos partidos. Si hay una alternativa clara y rotunda y los resultados nos acompañan, esos partidos deben reflexionar sobre cuál es su papel.
¿Por qué cree que Pere Aragonès (ERC) no debe ser el presidente?
Por lo que hemos visto hasta la fecha. Un gobierno de Aragonès será uno independentista que tendrá los mismos problemas que tiene ahora, no van a desaparecer. Va a depender sí o sí de la CUP, el desastre está garantizado.
¿Le huele que puede acabar al final Laura Borràs (Junts) por delante de Aragonès?
A mí lo que me huele es que quien puede acabar por delante es Salvador Illa. Algo importantísimo, que no se dio en Cataluña hace tres años, es que ha dicho que si gana en votos, se va a presentar al debate de investidura. Es un cambio sustantivo.
¿Cree que es imposible reeditar esa fórmula de un tripartito?
Ni la veo ni la deseo. Los protagonistas la han rehusado de una forma muy taxativa, tanto ERC como el PSC. No fue algo positivo.
Si llegan a gobernar, ¿cuáles serían las dos primeras medidas que aprobarían?
De las medidas concretas no puedo hablar, están en la cabeza de Illa. Pero hemos hablado de las prioridades. Primero, la protección sanitaria. Segundo, la recuperación económica. Me preocupa que no haya un debate intenso sobre cómo gestionamos los fondos europeos, debería ser el objeto central de la campaña. En tercer lugar: que nadie se quede atrás en política social.
Si hubiera hoy un referéndum de independencia en Cataluña, ¿votaría sí o no?
Votaría no. Nuestro partido, desde su nacimiento, se ha definido como catalanista no independentista. No somos partidarios de una consulta. Somos partidarios de llegar a acuerdos, primero en Cataluña y luego con el conjunto de España. Abandoné el Gobierno de Artur Mas por esta razón.