El PNV juega su última baza antes de dar el Sí, quiero definitivo a los Presupuestos
Las cuentas para 2017, pendientes de que el preacuerdo del cupo vasco se cierre en buenos términos para superar su primer examen en el Congreso .
Primer trámite parlamentario de las cuentas del Estado. A punto de atarse el último hilo de los que llegaban sueltos, el Gobierno se marca un tanto y el Partido Nacionalista Vasco le dice que el bien es lento porque va cuesta arriba. Los nacionalistas, cuyo apoyo sumaría los 175 diputados necesarios para que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) pasen su primer examen este jueves, en la votación a la totalidad. Más difícil lo va a tener el Gobierno en las votaciones de cada una de las secciones de los PGE, para las que necesita un diputado más (176) de los eventualmente conseguidos tras el respaldo de Coalición Canarias, Nueva Canarias y el hilo del que pende el PNV.
Tras el acuerdo sobre el cupo vasco, la Administración compensará a Euskadi con 1.400 millones de los 1.600 que le reclamaba por discrepancias desde 2007 en concepto de cupo. Los 1.400 millones se compensarán al Gobierno vasco en los próximos cinco años. El cupo para 2017 se ha fijado, entonces, en 956, 540 menos del de 2016.
Una rebaja sustancial de más de 500 millones que marcará el criterio sobre este pago de Euskadi al Estado en los próximos cinco años. Esta es la razón de que el PNV hable de una paz fiscal de 15 años. Con ello, se refiere a los diez años de desavenencias entre el Gobierno central y el vasco y los cinco que quedan por delante de concretarse el acuerdo de actualización, tejido entre el ministro Cristóbal Montoro y el consejero Pedro María Aspiazu.
Con todo, el PNV todavía no ha dicho su última palabra. Las negociaciones prosiguen, a la espera de que el pacto sea una realidad antes de la votación del jueves, con la intención de jugar su última baza.
El PNV quiere ganar la mano en asuntos como la adecuación de la tarifa eléctrica para las empresas vascas, un aumento en las inversiones en infraestructuras y la retirada del anunciado recurso ante el Tribunal Constitucional contra la ley vasca de abusos policiales.
¿CUÁNTO CUENTA EL CUPO?
El cupo vasco es la puntada que cose las relaciones entre el País Vasco y la Administración central del Estado. De su grosor, dependerá su firmeza. Por él pasan en este momentos los vínculos entre el PNV y el Gobierno, los partidos al frente de los respectivos Gobiernos. Contar, cuenta mucho.
El País Vasco aporta el 6,48% de las competencias no transferidas, como Defensa o Casa Real, así como la representación exterior, mantenimiento de las instituciones comunes (Congreso, Senado, ministerios) e infraestructuras (puertos, aeropuertos, AVE), aunque los expertos consideran que resulta insuficiente y deja en desigualdad de condiciones a otras regiones financiadas a través del sistema general autonómico, que en estos momentos busca reformar una Comisión de Expertos. Este porcentaje se renegocia cada cinco años, en función del desembolso realizado por el Gobierno central en cada partida de su exclusiva competencia.En su día se fijó en función del peso de la economía vasca en el PIB español.
¿POR QUÉ EL PAÍS VASCO Y NAVARRA SON DISTINTOS?
Al igual que Navarra, el País Vasco cuenta desde finales del XIX con un régimen económico y fiscal propio: el concierto económico, regulado en su Estatuto de Autonomía. Franco lo abolió en Guipúzcoa y Vizcaya. Por rebeldes. La Constitución la recuperó para las tres provincias vascas y Navarra.