¿Por qué es importante para España que Guindos sea vicepresidente del BCE?
El ministro de Economía aspira a ser el segundo al mando de la entidad bancaria europea.
¿Qué trascendencia tiene para España que su ministro de Economía, Luis de Guindos, sea elegido como vicepresidente del Banco Central Europeo? Además de tratarse de una cuestión de prestigio diplomático y proyección internacional, que un español llegue a ocupar el segundo puesto de la entidad puede aportar una sensibilidad mediterránea a un organismo del que dependen importantes medidas económicas y contribuiría a paliar el actual déficit de españoles en puestos de relevancia en la Unión Europea, según explican expertos consultados por El HuffPost.
Ignacio Molina, investigador principal del Real Instituto Elcano, destaca que el nombramiento reforzaría "el papel de España en Europa, su influencia diplomática, presencia y proyección". Coincide con José María Beneyto, catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales y director del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad CEU San Pablo, que cree que la elección del ministro tendría "un gran valor simbólico, que en las instituciones europeas cuenta mucho".
Pero esto "no es lo más importante", señala Molina. Si bien señala que "hay que juzgar a la persona y no a la nacionalidad", reconoce que, ante ciertas situaciones, el pasaporte del candidato sí puede ser relevante. Pone como ejemplo los años más duros de la crisis económica, entre 2010 y 2012, cuando España tuvo que cumplir una serie de exigencias por parte de Europa relacionadas con reformas estructurales y el cumplimiento del déficit.
"Había una enorme rigidez intelectual y política por parte de Alemania, sin que Francia prácticamente le rechistara en aquellos años tan terribles" en los que España estaba al borde del rescate financiero. Por aquel entonces se acuñó el término 'Merkozy' para referirse al tándem formado por los presidentes de Alemania y Francia, Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, que regían la política europea.
SENSIBILIDAD DEL SUR
Sin embargo, "cuando llegó un italiano a la presidencia del BCE, Mario Draghi, las cosas empezaron a mejorar" para España, según indica Molina. Draghi puso en marcha iniciativas como la compra de deuda y medidas heterodoxas en materia monetaria que contribuyeron positivamente a la economía y que facilitaron que cayese la desorbitada prima de riesgo española. "Son medidas financieras que se traducen en menos recortes, en menos hospitales y colegios que hay que cerrar", explica.
Molina explica que Draghi aportó una "sensibilidad de los países de sur de Europa", los más golpeados por la crisis, que se alejaba de esa "rigidez germánica". "Aunque probablemente el próximo presidente del BCE será un alemán, que haya un vicepresidente español ayudaría a que no volvamos a las andadas como en 2010 y 2012", señala.
Esta sensibilidad tiene su reflejo también en materia de política exterior. "Por eso normalmente los países del sur de Europa se suelen apoyar entre ellos, porque hay unos intereses y unos valores comunes relacionados con el Mediterráneo y América Latina", comenta el investigador del Real Instituto Elcano.
DÉFICIT DE ESPAÑOLES EN CARGOS RELEVANTES
El Parlamento Europeo había dado recientemente su respaldo al gobernador del banco central irlandés, Philip Lane, aunque se trataba de una decisión no vinculante. Los expertos lo consideraron un contratiempo la Guindos, pero no grave. De hecho, fuentes consultadas por varios medios señalaban que el español es el favorito para ocupar el cargo, tal y como ha ocurrido. El Eurogrupo ha decidido este lunes a Guindos después de que la candidatura de Lane, único rival, haya sido retirada en el último momento. El cargo será oficializado tras una votación por mayoría cualificada en la cumbre del 22 y 23 de marzo.
Cuando se produzca el Brexit en 2019, España será el cuarto país más grande de la UE. Sin embargo, en los últimos años el número de representantes españoles que ocupan cargos de relevancia en las instituciones internacionales ha caído. "Es cierto que lamentablemente no estamos de lo mejor representados en las instituciones europeas en este momento", indica Beneyto.
En épocas pasadas, los nombres españoles sí han sonado más en la esfera internacional: Rodrigo Rato (FMI), Federico Mayor Zaragoza (UNESCO), Javier Solana (OTAN), Magdalena Álvarez (Banco Europeo Inversiones), Ana Palacio (Banco Mundial), Marcelino Oreja (Consejo de Europa), Josep Borrell y Enrique Barón (ambos en el Parlamento Europeo) son sólo algunos de los ejemplos.
El catedrático cree que "se perdió mucho en la época de la presidencia de Zapatero, que no tuvo mucho interés en temas europeos, le interesaba más la cooperación al desarrollo". "Luego tuvimos la crisis, y siendo un país debilitado y al borde del rescate, nuestras cartas eran peores y nuestras opciones menores", añade.
SI NO... ¿QUIÉN?
Los expertos consultados consideran que el ministro reúne las cualidades y experiencia necesarias para ocupar la vicepresidencia del BCE. Beneyto califica a Guindos como "uno de los artífices principales de la salida de la crisis económica" y destaca la experiencia del ministro en puestos tanto públicos como privados y en organismos de la UE. Además, subraya su experiencia en la gestión de crisis y considera todo ello "avales a su favor".
"La clase política española, toda ella, no se atreve a liderar en Europa últimamente por cuestiones de no manejar los idiomas, no controlar bien las redes o no tener mucha voluntad. Y eso sí es un problema. Hablo del PP y del PSOE, que han gobernado, pero también de Ciudadanos y Podemos", explica por su parte Molina.
"De hecho, si lo piensas, quitando a Guindos, tampoco hay tantos candidatos españoles que uno pueda pensar que ahora mismo conozcan bien Bruselas y que hablen bien inglés".