Lo que piensan los epidemiólogos de la vuelta al cole en Madrid (y de las palabras de Ayuso)

Lo que piensan los epidemiólogos de la vuelta al cole en Madrid (y de las palabras de Ayuso)

Tienen claro que los niños deben volver a las aulas, pero temen que la alta transmisión en la región se cuele en los colegios y haga mella en las familias.

Dos trabajadoras de la limpieza desinfectan una clase del colegio María Moliner de Zaragoza, el 27 de agosto de 2020.Getty Images

Este año la vuelta al cole es más complicada que nunca. Lo saben los niños, los profesores, los médicos, los padres y el Gobierno, que hasta el último momento no ha determinado cómo será el tan temido y también deseado regreso a las aulas.  

Si hay algo en lo que prácticamente todos están de acuerdo es en que los alumnos deben retomar la actividad escolar, pero difieren en las condiciones y la manera. Lo que también comparten, y los datos lo avalan, es que no todas las comunidades autónomas parten de la misma situación y, en este caso, preocupa especialmente Madrid. 

La Comunidad de Madrid acumula un tercio de todos los contagios y hospitalizaciones notificados en el conjunto del país en la última semana. Es una de las comunidades con mayor transmisión comunitaria, acrecentada seguramente por su gran densidad de población y movilidad. 

A partir de este lunes, Madrid endurecerá sus restricciones, limitando las reuniones privadas a 10 asistentes y reduciendo el aforo en terrazas y espectáculos. No obstante, las fechas de su ‘vuelta al cole’ siguen en pie, contrastando con comunidades como Asturias y Murcia, que han decidido retrasar dos semanas la apertura de las aulas por precaución. 

Médicos epidemiólogos e inmunólogos debaten sobre la pertinencia y los riesgos de este inicio escolar. 

“Estamos abriendo colegios sin saber qué va a pasar”

“La vuelta al cole es preocupante desde el punto de vista de que no sabemos lo que va a pasar”, comienza Salvador Macip, doctor en Medicina y profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC. “Estos días los Gobiernos se están esforzando por tranquilizar a la población, diciendo que no va a pasar nada, pero la verdad es que no lo sabemos. No tenemos suficientes datos. Lo que sabemos es que los niños no tienen en general versiones graves de la enfermedad, pero sí que tienen unos niveles de infección parecidos a los de los adultos. Y su carga viral también es similar, lo cual sugiere que un niño puede contagiar igual que un adulto, aunque no tenga síntomas”, explica. “Estamos abriendo colegios sin saber qué va a pasar”.

Lo peligroso es tener un grupo de 20 o 30 niños encerrados en un aula pequeña siete horas al día y con poca ventilación
Salvador Macip

La buena noticia, para Macip, es que los estudios sobre esta materia, entre ellos uno del hospital de Sant Joan de Déu de Barcelona realizado en campamentos de verano, apuntan a que “con las condiciones adecuadas se puede evitar que los niños se contagien entre sí”. “Esas condiciones son: grupos pequeños, lavarse mucho las manos, mascarilla, distancia y actividades en el exterior”, enumera. 

Macip lamenta que “algunas de estas medidas no se han puesto a punto aún y no van a poder llevarse a cabo en muchos sitios, porque requieren un tiempo y un presupuesto”. “Lo que es una situación potencialmente peligrosa es tener un grupo de 20 o 30 niños encerrados en un aula pequeña siete u ocho horas al día con poca ventilación”, advierte. “Tenemos que estar muy preparados para lo que pueda venir”.

“Abrir los colegios es una prioridad, pero antes hay que reducir la transmisión”

Pedro Gullón, portavoz de la Sociedad Española de Epidemiología, tiene claro que “es esencial que los niños vuelvan al cole”. Dicho esto, el epidemiólogo introduce un importante matiz: “En Madrid llegamos con una incidencia acumulada bastante alta”.

En su opinión, “cabría plantearse si se podría retrasar un poco el inicio del curso escolar a cambio de hacerlo con una incidencia acumulada más baja, porque más allá de que los colegios puedan implantar medidas de seguridad, lo mejor para que no se contagien los niños o no se contagien los profesores es que haya la menor transmisión comunitaria posible”. “Mientras menos transmisión comunitaria generalizada haya, menos transmisión va a haber en los colegios”, resume Gullón.

Igual que hemos asumido que en algún momento había que abrir los bares, ahora tenemos que asumir que los coles son una prioridad
Pedro Gullón

Madrid llega al inicio escolar con 467 casos por 100.000 habitantes acumulados en los últimos 14 días, una cifra que duplica con creces la media española. “Está claro que abrir los colegios es una prioridad, pero entonces hay que ver cómo reducir la incidencia acumulada, y eso se hace restringiendo otro tipo de actividades para poder abrir las aulas en una fase no tan creciente como la actual”, señala. 

“Igual que hemos asumido que en algún momento había que abrir los bares, la hostelería u otro tipo de lugares, ahora tenemos que asumir que los coles son una prioridad, pero hay que hacerlo con la mínima incidencia acumulada”, insiste Gullón.

“Si se cumplen las medidas, el grado de infección es bajísimo”

Fernando Rodríguez Artalejo, portavoz de la Sociedad Española de Epidemiología y catedrático de Salud Pública de la UAM, es algo más optimista. Aun sabiendo que las grandes ciudades son “sitios muy complicados” en un contexto de pandemia, Artalejo dice no tener “tanto miedo” a la apertura de colegios. “La escuela es un espacio igual o más seguro que los espacios fuera de la escuela, teniendo en cuenta que se va a usar mascarilla, que habrá mucha ventilación, etcétera”, apunta.

Sí le preocupa la transmisión comunitaria, porque en ese caso el virus acabará llegando a la escuela. “Si un niño o un profesor se contagia en la calle, es muy probable que muchos niños se contagien de forma asintomática”, explica. “Allí donde hay mucha transmisión comunitaria fuera, la vuelta al cole es menos segura”, sostiene.

La escuela es un espacio igual o más seguro que los espacios fuera de la escuela
Fernando Rodríguez Artalejo

El epidemiólogo confía, en cualquier caso, en los protocolos de seguridad. “No sabemos hasta qué punto se cumplirán, o si los niños se quitarán las mascarillas, si se producirán aglomeraciones, etcétera. Lo que sabemos es que las medidas de autoprotección (mascarilla, distancia, lavado de manos y ventilación) son extraordinariamente eficaces”, afirma. “Si se cumplen, el grado de infección es bajísimo”. 

“Los colegios tienen que abrir, pero tal y como está Madrid es muy arriesgado”

David Bernardo, experto en Inmunología del Instituto de Biología y Genética Molecular, reconoce que la cuestión es “complicada”. “Desde el punto de vista inmunológico, no es recomendable una vuelta al cole en Madrid, pero soy consciente de que hay que tener en cuenta muchísimos factores”, admite.

En su opinión, Asturias y Murcia han acertado al retrasar dos semanas el inicio del curso. “Me parece muy inteligente, porque precisamente dos semanas es el tiempo en el que vemos si las medidas restrictivas han sido eficaces y, a partir de ahí, se actúa”, razona. “Los colegios tienen que abrir, pero tal y como está Madrid ahora, y sobre todo el sur de Madrid, es muy arriesgado”.

El problema que tiene España es que la conciliación es una falacia, y en la mayoría de los casos son los abuelos los que se ocupan
David Bernardo

A David Bernardo no le preocupa tanto que los niños enfermen, ya que considera este riesgo “irrisorio”. Lo que le preocupa es que esos niños se lleven el virus a casa, y en esa casa haya una persona vulnerable. 

“El problema que tiene España es que la conciliación es una falacia, y en la mayoría de los casos son los abuelos los que se ocupan”, sostiene. “Los abuelos son población vulnerable. ¿Qué va a pasar si abrimos los coles y son ellos los que cuidan a los niños?”, plantea. “Ahí sí tenemos un problema”, advierte el inmunólogo. 

En su caso, hasta ahora eran sus suegros quienes les ayudaban con sus hijas, porque su mujer y él trabajan, pero este año se han organizado para no depender de ellos. “Va a ser un caos”, reconoce Bernardo. “Ya hemos mentalizado a los abuelos de que verán a las niñas en la calle y con mascarilla, simplemente por protegerlos. Son mayores, con problemas del corazón y con sobrepeso. Si cogen el bicho, les mata. Es duro decirlo, pero mejor lamentar un año frío que no la pérdida de un ser querido”, zanja.

“Si todos los niños se contagian, anda que no van a morir abuelos”

Esta semana, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha generado mucho revuelo al afirmar que “es probable que prácticamente todos los niños se contagien a lo largo del curso”. En esa misma intervención Ayuso garantizó que la vuelta al cole en Madrid es “segura”, pero el mensaje sonó contradictorio como poco.  

 

Los expertos en epidemiología desaprueban, en general, la idea de buscar una inmunidad colectiva a base de contagios masivos. “Creo que cuando Ayuso decía ‘todo el mundo se va a contagiar’ intentaba echar balones fuera y quitarse responsabilidad”, opina el epidemiólogo Pedro Gullón, coautor de Epidemiocracia. “Esa es la misma frase que en su momento dijeron Angela Merkel, Boris Johnson o el ministro sueco, y se ha demostrado que la estrategia ha sido fallida”, apunta.

 

“Incluso en los momentos más duros de la pandemia, hablamos de una seroprevalencia del 11% [en Madrid], y eso a cambio de tener más de 15.000 fallecidos. Pensar que todos los niños se van a contagiar no es realista y, desde luego, no es positivo. ¿A costa de qué piensa que se va a generar una inmunidad grupal? ¿A costa de cuántos fallecidos?”, plantea Gullón.

 

El inmunólogo David Bernardo se expresa en términos parecidos. “Me parece una declaración totalmente fuera de contexto. No sé si [Isabel Díaz Ayuso] se está lavando las manos y acusándonos a los padres”, dice. “De momento se tienen que tomar todas las medidas para que los niños se contagien lo menos posible, y contar con un buen sistema de trazabilidad y rastreo”, pide. 

 

“No te puedes escudar en que ‘todos los niños se van a contagiar’, porque precisamente es eso lo que se debe evitar. Si no, esto va a ser una carnicería en las casas”, advierte. “Si todos los niños se contagian, anda que no van a morir abuelos”.

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Marina Velasco Serrano es traductora de formación y periodista de vocación. En 2014 empezó a trabajar en 'El HuffPost' como traductora de inglés y francés en Madrid, y actualmente combina esta faceta con la elaboración de artículos, entrevistas y reportajes de sociedad, salud, feminismo y cuestiones internacionales. En 2015 obtuvo una beca de traducción en el Parlamento Europeo y en 2019 recibió el II Premio de Periodismo Ciudades Iberoamericanas de Paz por su reportaje 'Cómo un Estado quiso acabar con una población esterilizando a sus mujeres', sobre las esterilizaciones forzadas en Perú. Puedes contactar con ella escribiendo a marina.velasco@huffpost.es