Una mujer de Hawaii ha compartido en sus redes sociales la anécdota que vivió cuando salió a pasear a su hija en el carrito de bebé y escuchó el maullido de un gatito. Al ponerse a buscar, encontró un pequeño felino que había sido abandonado y decidió subirlo al carrito con su niña.
Además, está acusado de dos cargos de asesinato en segundo grado y ocho cargos de crueldad infantil, todos derivados de que "permitió deliberadamente que su hijo Colt tomara un arma". Parece que él mismo se la compró.