La Cumbre del Clima de Madrid decepciona: "No han estado a la altura de la urgencia"
La ministra Ribera habla de sabor "agridulce" y el secretario general de la ONU reconoce estar "decepcionado".
“Decepción”, “sabor agridulce”, “no han estado a la altura”... Son los comentarios que ha provocado el cierre de la Cumbre del Clima de Madrid, que ha culminado este domingo con un acuerdo de mínimos que no ha convencido a prácticamente nadie.
El documento insta a los gobiernos a aumentar la ambición climática en 2020 y cumplir el Acuerdo de París que compromete a las naciones a evitar que la temperatura media del planeta suba este siglo por encima de 1,5 grados.
El acuerdo, titulado Chile-Madrid, tiempo de actuar, sin embargo no aborda la regulación del mercado de carbono, aspecto que se ha pospuesto para la próxima Conferencia, que tendrá lugar en Glasgow.
La ministra en funciones para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha subrayado que la Cumbre “deja un sabor de boca agridulce”, pese a que se ha conseguido ese compromiso a aumentar la ambición.
Las ministra ha hecho hincapié en la importancia de que “todo el desafío que hemos escuchado traslada que la acción debe estar avalada por la ciencia”. “Ha sido positivo imponer ese compromiso con la agenda multilateral a pesar de las dificultades”, ha dicho Ribera, que se ha mostrado ciertamente optimista pese a todo.
“Se ha conseguido un compromiso a reforzar la acción climática a partir de 2020 guiados por la ciencia, que seguramente es la segunda victoria importante que hemos conseguido”, ha agregado.
“Aunque sabíamos que hay grandes países dispuestos a no acelerar la agenda climática, se ha constatado una demanda muy fuerte por parte de la sociedad”, ha indicado. Para la ministra, esta cumbre del clima (COP25) ha sido también una cita de “socialización”, ya que ha existido una demanda social como nunca con presencia importante de la sociedad civil de todos los sectores.
Menos positivo se ha mostrado António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, quien fue el encargado de abrir la COP25.
En un comunicado, ha reconocido que está “decepcionado con los resultados” de la conferencia, aunque dice que “no se rendirá” en la lucha contra la crisis climática.
“La comunidad internacional ha perdido una oportunidad importante de mostrar una mayor ambición en mitigación, adaptación y finanzas para afrontar la crisis climática”, ha lamentado el secretario general, en un comunicado en el que ha precisado que, sin embargo, “no debemos rendirnos”.
Guterres ha destacado además que está más “decidido que nunca” a trabajar en que 2020 “sea el año en el que todos los países se comprometan a hacer lo que la ciencia nos está diciendo”: que es “necesario” ser neutrales en carbono para 2050 y “no ir más allá de los 1.5 grados de aumento de la temperatura del planeta”.
Desde las organizaciones ecologistas han criticado el resultado de la Cumbre y han señalado la “gran brecha” que hay entre las demandas sociales y la “inacción” de los Gobiernos que, a su juicio, “no han estado a la altura”.
En declaraciones a los medios a las puertas del plenario donde la presidencia chilena de la COP25 ha aprobado el documento definitivo, la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, ha subrayado que “lamentablemente, los resultados no han estado a la altura ni de la ciencia ni de los gritos de la calle”.
Ruiz se ha felicitado de que “al menos, se ha logrado introducir la naturaleza y su función en la lucha contra el cambio climático, gracias a que muchos países han logrado aislar a Brasil en su pretensión de no incorporar el papel de los océanos y el uso de la tierra” en esta lucha.
En su opinión, “llevamos dos días de retraso pero al menos tenemos un documento y se han clarificado algunas posiciones sobre el articulo 6 -el relativo a la regulación de los mercados de carbono- y que se lleven como documentos de partida para el año que viene”.
Mar Asunción, responsable de Clima y Energía de WWF, ha asegurado que la sociedad civil está “bastante decepcionada”, porque después de dos semanas “clamando por una mayor ambición”, ésta no está garantizada. “No hay ningún compromiso que impida el aumento de la temperatura del planeta en 3 grados”, ha subrayado la representante ecologista, quien ha calificado el texto de “demasiado débil” para garantizar que todos los países presenten compromisos más ambiciosos y en línea con la ciencia en 2020.
En cuanto al aplazamiento de la regulación de los mercados de carbono, Mar Asunción ha señalado que se trata de “un mal menor”, pues lo peor es que hubieran salido reglas “que no garantizasen la salvaguarda, ni ambiental ni social”, de esos mercados.
En este sentido, Javier Andaluz, representante de Ecologistas en Acción, ha aplaudido que el articulo 6 “no se haya desarrollado”, pues los mercados de carbono bajo el paraguas de Kioto “ya habían supuesto la vulneración de los derechos humanos”.
Ha coincidido con el resto de ONG ambientales en que la COP25 ha puesto de manifiesto la “enorme distancia” entre la gente de la calle y los políticos que han estado presentes en la cita, pero ha asegurado que “a diferencia de otros años, en que los éstos podían rebajar sus ya débiles compromisos, en este momento no lo pueden hacer” gracias a la presión de la sociedad.
Para Greenpeace, la sociedad civil ha demostrado que no se conforma con un resultado así y no dejará de luchar para que se anteponga los intereses de las personas a los de una minoría, los “lobbies” que han socavado los avances de la COP25. La organización ecologista considera que se ha cerrado la puerta a la ciencia y a las exigencias de la sociedad civil, que reclamaban acordar soluciones urgentes y ambiciosas a la emergencia climática, mientras los políticos se peleaban por el modelo de tráfico de emisiones del artículo 6, que “amenaza los derechos de los pueblos indígenas y pone un precio el medioambiente”.
El director de la organización en España, Mario Rodríguez, ha incidido en que la clase política “no puede seguir haciendo oídos sordos a la evidencia científica y al clamor social que exige una respuesta contundente y urgente a la emergencia climática”.
“Esta COP deja sí o sí demasiado trabajo pendiente que no hay que esperar un año para culminar”, ha dicho, por lo que “la acción política en España y en toda Europa debe asumir desde ahora la lucha contra el cambio climático como máxima prioridad”.
La ONG One Ocean ha valorado por su parte “el tan esperado” reconocimiento sobre el papel vital del océano en el sistema climático, pero considera que la declaración final de la COP25 es “insuficiente” por sus carencias para enfrentar la emergencia climática.
“Sin recortes inmediatos y a gran escala de las emisiones de CO2, perderemos la oportunidad de mantener el calentamiento global a 1,5 grados o por debajo de esta cifra”, ha declarado Alex Rogers, Director de Ciencia de REV Ocean.
Ya se olía esta decepción la activista sueca Greta Thunberg, que escribió el siguiente mensaje en su cuenta de Twitter anoche, horas antes de conocerse el acuerdo final: “Parece que la COP25 se está desmoronando en este momento. La ciencia es clara, pero está siendo ignorada. Pase lo que pase, nunca nos rendiremos. Sólo acabamos de empezar”.