Detenido un empresario en Melilla por explotar a un menor migrante que perdió un dedo
Trabajaba diez horas al día, de lunes a sábado, por diez euros a la semana.
La Policía Nacional ha detenido a un empresario transportista, e informado a la autoridad judicial de otro empresario proveedor de productos de alimentación y limpieza en calidad de investigado, por los supuestos delitos de explotación laboral, lesiones, obstrucción a la justicia y contra los derechos de los ciudadanos extranjeros sobre un menor tutelado que llegó a perder un dedo en un accidente laboral.
Según la información facilitada por el portavoz de la Jefatura Superior de Policía, la víctima es un joven tutelado marroquí en situación de extrema vulnerabilidad, quien perdió un dedo de la mano trabajando de forma irregular para uno de los empresarios.
La citada fuente ha detallado que la víctima trabajó en primer lugar para el empresario proveedor de productos de alimentación y limpieza, “con un salario de 10 euros por semana, con jornadas de 10 horas al día, de lunes a sábado y algún domingo; dejándole dormir en una vivienda antigua, que no se encontraba en condiciones de habitabilidad”.
El perjudicado, han añadido, aguantó más de seis meses en esta situación, momento en que decidió buscar otro empleo, siendo contactado por un transportista que hacía encargos habitualmente para el mencionado empresario, con quien llegó a un acuerdo para continuar residiendo en la vivienda.
Así, “aunque las condiciones de sueldo y horario serían las mismas, el afectado accedió a trabajar en labores de carga y descarga de mercancías, ya que carecía de otro medio de vida a corto plazo”, según ha afirmado el portavoz policial.
Además, ha aseverado que a los dos meses de trabajo, careciendo de cualquier material de protección, sufrió un accidente laboral que le supone la pérdida de un dedo de la mano. Así, el empresario transportista detenido, “por miedo a posibles consecuencias legales, presiona al trabajador para que cuente a sanitarios y policía que el accidente ocurrió intentando subirse a un camión con la finalidad de viajar en barco a la península, a lo que el mismo accede bajo la promesa de una gran cantidad de dinero, que nunca llegó a materializarse” han apuntado.
Días más tarde, y ante la creencia de que había sido denunciado, “el empresario interceptó a la víctima por la calle, exigiendo bajo amenazas que retirase cualquier acusación contra él” ha informado la Jefatura.
El Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción número 5 de los de Melilla se ha hecho cargo de la investigación tras el pertinente atestado policial realizado por la Ucrif, la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales en la ciudad española del norte de África.