Los agricultores se lanzan a por la fruta del dragón

Renovarse o morir. Los agricultores españoles han vuelto a reinventarse para sobrevivir a la crisis que atraviesan varios cultivos por culpa del cambio climático (sandías, melones, cítricos...) y responder a las demandas de un mercado, el alimentario, que cambian con la llegada de cada temporada. La última puesta del campo español por seguir aprovechando sus tierras con cultivos alternativos a los habituales es la pitaya, también conocida como fruta del dragón. 

Este movimiento de los agricultores españoles no solo está redefiniendo el paisaje de los campos en España sino que también permite reavivar la producción en zonas en las que en los últimos meses se han hecho frente a numerosos desafíos, como es el caso de la Comunitat Valenciana y otras regiones del sur del país, donde la sequía y otras cuestiones climatológicas ha puesto en peligro el volumen de las cosechas de fruta y verduras de temporada de este verano, según el portal Plataforma Tierra.

La demanda de pitaya en los mercados nacionales e internacionales, en aumento los últimos meses, ha sido otra de las razones por la que muchos agricultores se han lanzado al cultivo de una fruta que los consumidores meten en el carro de la compra por su apariencia llamativa, sabor único y numerosos beneficios para la salud.

En la Comunitat Valenciana, donde el cultivo de limones y naranjas se ha visto afectado por la sequía y la competencia desleal, la pitaya se ha convertido en un faro que ilumina un camino lleno esperanza al demostrar ser una opción atractiva y rentable que se adapta a las condiciones climáticas mediterráneas para florecer en suelos que previamente sustentaron cítricos.  

Más allá de tierras valencianas, en regiones como Andalucía y Canarias también practican el cultivo de la pitaya. Aunque en el segundo caso llevan más de dos décadas dedicándose a la producción de la fruta, lo que ha colocado a las islas como el líder en la recolección de esta exótica delicia en Europa. Los climas subtropicales de las dos resgiones proporcionan un entorno propicio para el cultivo exitoso de la fruta del dragón.

¿Qué es la pitaya y por qué está de moda?

La pitaya, también llamada pitahaya, es el fruto de diversas especies de cactus americanos pertenecientes al género Hylocereus, de la familia de Cactaceae. Su forma ovoide, cubierta de escamas exóticas, le ha valido el apodo de "fruta del dragón". Originaria de Centroamérica, su cultivo se ha extendido desde el norte de México hasta Colombia, y ha conquistado países tan lejanos como Vietnam, Tailandia y China.

La pitaya ha irrumpido en la escena culinaria y agrícola por varias razones clave. En primer lugar, su aspecto inusual y su vibrante colorido la hacen irresistiblemente atractiva para los consumidores, generando un interés creciente en todo el mundo. Pero su popularidad no se limita solo a su apariencia; su perfil nutricional excepcional y los múltiples beneficios para la salud han llevado a un aumento en la demanda de esta fruta tropical.

Propiedades nutritivas de la pitaya y sus beneficios 

La pitaya no solo cautiva por su apariencia y sabor, sino también por su riqueza nutricional y beneficios para la salud. Composta mayormente de agua, la pitaya contiene una mezcla de minerales esenciales como hierro, calcio y fósforo, junto con un arsenal de vitaminas, incluyendo B1, B2, B3 y C. Sus propiedades antioxidantes y su capacidad para estimular la producción de glóbulos blancos, rojos y plaquetas, la convierten en un aliado potente para fortalecer el sistema inmunológico y combatir los signos del envejecimiento.

Esta fruta subtropical también ha demostrado tener propiedades antiinflamatorias y antitumorales, mientras que su capacidad para regular los niveles de azúcar en sangre la hace especialmente útil para personas con elevado colesterol o que buscan perder peso. Además, su alto contenido en fibra y la presencia de ácidos grasos esenciales, como el omega 3, contribuyen a mejorar la digestión y prevenir el estreñimiento.