Trump enfada a China por su conversación con la presidenta de Taiwán

Trump enfada a China por su conversación con la presidenta de Taiwán

AFP

El Gobierno chino ha presentado este sábado una protesta formal ante Estados Unidos por la conversación que mantuvieron el presidente electo, Donald Trump, y la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, el pasado viernes.

China ha urgido a Washington a mantener su compromiso con el principio de una "sola China", por el que se aleja de las aspiraciones independentistas de Taiwán a favor de Pekín, informa la agencia oficial Xinhua.

La protesta se produce después de que el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, tratara de minimizar el asunto:

"Hay que tener en cuenta que sólo hay una China y Taiwán es una parte inalienable de China. El Gobierno de la República Popular China es el único gobierno legítimo que representa a China, esto es un hecho reconocido por la comunidad internacional", según el comunicado del Ministerio, firmado por el portavoz Geng Shuang.

La presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, llamó el viernes al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en base a un "acuerdo preestablecido" entre ambos, afirmó hoy el portavoz de la Presidencia taiwanesa, Alex Huang, en rueda de prensa.

Huang subrayó que Taiwán da la misma importancia a sus lazos con Pekín y con Washington, después de que el Gobierno chino calificara de "pequeño truco" la llamada de Tsai. "Para Taiwán, las buenas relaciones en el estrecho de Formosa y las buenas relaciones con Estados Unidos son igualmente importantes y muy útiles para la paz y estabilidad en la región", señaló Huang.

El fundador de la conservadora y estadounidense Fundación Heritage, Edwin Feulner, desempeñó un importante papel para que se produjese este contacto, el primero de alto nivel entre ambos países en casi 40 años, informa la agencia taiwanesa CNA, citando una fuente anónima.

En Taiwán, este gesto es considerado un éxito político para la presidenta, en un momento en el que la mandataria se enfrenta a una caída de su popularidad y a las presiones de Pekín por su negativa a reconocer que la isla es parte de China.

El hecho de que Trump haya accedido a hablar con Tsai se interpreta como un éxito y un avance en los lazos bilaterales en muchos sectores, si bien otros piden cautela.