Rusia "abre" el antiguo baúl armamentístico en busca de tesoros que minimicen las últimas pérdidas
Ante las enormes pérdidas de material y armamento en batalla, el país liderado por Putin ha decidido recurrir al uso de armas y vehículos obsoletos.
El ejército ruso ha tenido que recurrir a su viejo arsenal de armamento soviético tras las enormes pérdidas que ha sufrido en este contexto desde el inicio del conflicto. "Las pérdidas de equipo militar ruso en Ucrania siguen aumentando. Rusia ha perdido más de 3.600 tanques de batalla principales y casi 8.000 vehículos blindados desde febrero de 2022", afirma la Inteligencia Militar británica en un balance del conflicto.
En este sentido, la web de análisis de código abierto Oryx, afirma que las fuerzas rusas han perdido cerca de 3.660 tanques de batalla y 8.900 vehículos de combate de infantería y vehículos blindados de transporte personal.
Si nos trasladamos hasta las cifras que traslada el ejército ucraniano [que probablemente hayan sido infladas o exageradas] estas aumentan significativamente, incrementándose a los 9.600 carros de combate principales y 19.900 vehículos blindados de transporte de personal y de combate de infantería.
Ante esta situación, no es de extrañar que el ejército ruso haya decidido recurrir a los antiguos vehículos obsoletos y armamento soviético, entre los que se incluyen los tanques de batalla T-54/55, ametralladoras pesadas Degtyaryov, vehículos blindados de transporte de personal y vehículos de combate de infantería de la década de 1950 y 1960.
"Esto ha llevado a depender de equipos obsoletos y mal mantenidos de la era soviética de depósitos de almacenamiento estratégicos. El equipo blindado está siendo sacado del almacén, mejorado donde sea posible y enviado a la línea del frente", destaca la Inteligencia Militar británica.
Las imágenes visualizadas por los el ejército británico "han confirmado una gran reducción de los vehículos blindados almacenados en las bases de almacenamiento de tanques de Arsenyev, Buy y Ulan- Ude desde 2022", tal y como defienden.
Según defiende el periódico National Interest, las pérdidas han sido tan elevadas que incluso algunas unidades han quedado arrasadas casi por completo, perdiendo casi el 80% de su personal. Esto supone un gran perjuicio, no solo por la falta de personal, sino por el tiempo de preparación que requiere de entrenar a estos dispositivos especiales y en recrear su capacidad y operaciones estratégicas.