Trump sale vivo de un debate plagado de ataques personales
Ha sido un debate duro, raro y en cierto modo surrealista. Las últimas 48 horas habían marcado todo y la expectación era máxima tras la emisión del vídeo en el que se escucha a Donald Trump hacer comentarios sexuales sobre las mujeres con un lenguaje más que vulgar y ofensivo. Prueba de hasta qué punto las cosas estaban tensas ha sido que, a diferencia del anterior cara a cara, los dos aspirantes a presidir Estados Unidos no se han dado la mano al verse. El semblante de Hillary Clinton lo decía todo: Trump, como golpe de efecto, había sentado en primera fila a tres mujeres que en el pasado acusaron a Bill Clinton de acoso sexual. Pese a la suma de todos estos factores, la demócrata no ha terminado de sacarle partido a la oportunidad que se le brindaba y Trump ha sobrevivido.
Antes del que ha sido el segundo debate presidencial, celebrado esta vez en San Luis (Misuri), Trump ha protagonizado una rueda de prensa improvisada en la que se ha presentado junto a las mujeres para atraer la atención mediática sobre Bill Clinton, alejando el foco del polémico vídeo. "No nos sorprende", respondió el equipo de campaña de la demócrata. Pero Clinton ha dejado demasiado espacio al magnate. La ex secretaria de Estado comenzó con fuerza, sirviéndose de las debilidades de su oponente: Trump no ha respondido con claridad a ninguna de las preguntas, no ha cuidado sus movimientos ni su postura, pero, pese a todo, ha sabido salir mejor parado de lo que se esperaba. Y eso que el moderador fue directo a la polémica: "¿Entiende lo que ha hecho?" "No, creo que no has entendido lo que dije", respondió más que sereno Trump.
"Se trató de una conversación de vestuario y ya no soy esa persona", se defendió el magnate para, acto seguido, pasar a hablar de la amenaza del Estado Islámico. Ante la atónita mirada de los moderadores, que han vuelto a preguntarle por la grabación, Trump ha seguido yéndose por las ramas. "Tengo máximo respeto por las mujeres. Nadie tiene más respeto por las mujeres. Fue un error...", sentenció, para hablar de las fronteras.
Ante las respuestas de su oponente, la candidata demócrata quiso dejar claro que el Donald Trump que aparece en el polémico vídeo es exactamente "quien Donald Trump es". "Lo que todos vimos y oímos el viernes fue a Donald hablando de mujeres lo que él piensa sobre las mujeres, lo que les hace a las mujeres". "Dice que el vídeo no representa a quien es él, pero creo que está claro para quien lo haya visto que representa exactamente lo que es. Le hemos visto insultar a las mujeres, puntuarlas por su apariencia", ha agregado.
Los moderadores no han querido desistir, y hasta tres veces le ha preguntado al magnate uno de los dos moderadores, Anderson Cooper. Pero Trump no se ha inmutado: "No estoy orgulloso, como he dicho. Si ves a Bill Clinton, él es mucho peor. Fue un abusador de mujeres. No ha habido nadie peor en la historia política de este país". "Ya veis como es. En vez de contestar a vuestras preguntas...", replicó Clinton.
En este video se puede ver el momento en el que Trump arremete contra el marido de la candidata demócrata:
Eso sí, si hay algo en lo que la demócrata ha ganado ha sido su saber estar en el debate. Se ha mostrado firme, dirigiéndose al público, mirándoles y sin parecer tensa frente a un Trump que no puede decir lo mismo. El magnate no ha parado de moverse, paseándose de un lado a otro e incluso ubicándose por detrás de la ex secretaria de Estado, dando lugar a uno de los momentazos de la noche:
Pero Trump ha sabido capear la polémica sin ser infiel a su forma de ser: ha protagonizado uno de los momentos más tensos del cara a cara cuando, al pasar al ataque contra Clinton, ha sacado el tema de los correos electrónicos. El candidato republicano ha sentenciado que, si él estuviera al frente del país, su rival demócrata, estaría "en la cárcel" por el escándalo del uso de su correo electrónico privado cuando era secretaria de Estado (2009-2013). Es más, ha llegado a amenazarla con nombrar a un "fiscal especial" para investigarla. "Ha habido muchas mentiras, mucho engaño, nunca ha habido nada como eso", ha enfatizado el magnate al respecto.
Además, Trump ha urgido a Clinton a disculparse por haber "borrado 33.000 correos" de esa cuenta personal que utilizó como secretaria de Estado. Clinton, por su parte, ha vuelto a admitir, muy serena, que cometió un "error" al usar su correo electrónico y un servidor privado, y se declaró "muy comprometida" con tomar en serio el manejo de información clasificada. La demócrata no ha querido pasar por alto la amenaza, asegurando que le "alegra" que la justicia no esté en manos de alguien como él. Sin embargo, Trump respondió con soltura: "Porque estarías en la cárcel".
CHINA, CHINA... Y RUSIA
Como era de esperar, temas como la evasión de impuestos de Trump han salido en el debate. "Claro que lo hago, claro que lo hago". Eso sí, ha matizado que paga "muchos impuestos", en referencia a impuestos estatales, de la propiedad o inmobiliarios, entre otros, aunque ha admitido que "ciertamente utilizó" beneficios fiscales para eludir algunas cargas.
Aprovechando el tema, Trump ha acusado a donantes de Clinton, como los empresarios Warren Buffett, George Soros y otros "que son ricos, pero no son famosos", de eludir impuestos federales igual que él aprovechando reglas fiscales especialmente ventajosas para los contribuyentes pudientes. Y entonces, cuando parecía que era él el que tenía las riendas, volvía a moverse de un lado a otro sin centrar sus respuestas en las preguntas del público o de los moderadores, provocando las quejas de estos, Claro que, acostumbrado a hacer lo que gusta, Trump se ha limitado a tratar de reenfocar los temas hacia acusaciones contra Clinton -estaba muy empeñado en hablar una y otra vez de los correos- y, al no conseguirlo, acusaba a todos de estar del lado de la demócrata.
Por su parte Clinton ha optado esta vez por un perfil más bajo. No ha querido hacer "sangre" y ha optado por dejar que Trump se dejara en evidencia solo. De hecho, ni ha mencionado el nombre de su marido para defenderle, optando por acusar al magnate de no querer hablar de su proyecto para EEUU porque, "simplemente no lo tiene". Por eso la demócrata ha rescatado asuntos como la postura de su rival hacia los musulmantes, Siria o sanidad. "Mirad la propaganda en las páginas web terroristas, lo que Donald Trump dice lo utilizan para captar terroristas". La ex secretaria de Estado también se ha referido al plan del magnate de prohibir la entrada a Estados Unidos a todos los musulmanes como herramienta para combatir el terrorismo yihadista.
Rusia y China, dos de las grandes obsesiones de Trump, no podían faltar este domingo. Así, la candidata demócrata ha defendido investigar a Rusia y al régimen de Damasco por los "crímenes de guerra" cometidos en Siria, mientras que Donald Trump ha asegurado que Moscú está "matando" al Estado Islámico
Tampoco han estado ausentes los ataques contra Obama por parte de Trump. El candidato republicano ha vuelto a decir que su objetivo es el de eliminar el seguro de salud introducido por el actual presidente estadounidense: "Obamacare es una total catástrofe". El seguro de salud es "demasiado caro y debe ser regulado completamente de nuevo", ha sostenido el magnate. Por su parte, Clinton ha considerado que se debe revisar la legislación en esta área, pero que no se pueden tirar por la borda los éxitos alcanzados.
Eso sí, peso a lo tenso de este nuevo cara a cara, el encuentro ha terminado con buen sabor de boca. Uno de los asistentes ha pedido a los dos candidatos que dijeran qué admiran el uno del otro. "Sus hijos. Respeto mucho a sus hijos. Y cómo son dice mucho de él", ha dicho Clinton. "Ella no se rinde. Y respeto eso. Es una luchadora. Y creo que eso es algo muy bueno", ha respondido por su parte Trump. Así ha terminado el debate y, tras esas palabras de ambos, sí se han dado la mano.
Ha sido un final cordial para un debate complicado en el que Trump ha aprendido de los errores del primer encuentro, ha dejado de ser a ratos la estrella de televisión que es y hasta ha llegado a aburrir. Frente a él, Clinton no ha tenido la frescura del anterior cara a cara, mostrándose distante y hasta arrogante. ¿Quién ha ganado? El resultado lo decidirán, en las próximas horas, las encuestas, pero Trump se ha sumado una gran victoria al, simplemente, sobrevivir.