Rajoy asume el "no" de Sánchez y anuncia un proceso de reflexión si le es "imposible gobernar"
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha comparecido ante la prensa poco después de reunirse con el líder socialista, Pedro Sánchez, quien le ha anunciado que "a día de hoy" no apoyará su investidura.
"El PSOE va a votar en contra de la investidura del PP", ha asumido Rajoy, quien no ha interpretado el "a día de hoy" expresado por Sánchez como una posible puerta abierta para el futuro.
Rajoy, quien ha visto "voluntad por parte de todos para no repetir las elecciones", ha resaltado que Pedro Sánchez le ha instado a que busque los apoyos en otros partidos. "Tengo interés en ir a la investidura si el rey lo considera conveniente [...], quiero gobernar", ha matizado. No obstante, ha explicado que si fuera imposible gobernar, abriría un proceso de reflexión con todos los partidos con una pregunta: "¿Qué salida le vamos a dar a esto?".
"DISPARATE"
El presidente en funciones ha trasladado a las fuerzas políticas la necesidad de no repetir las elecciones de ninguna manera, ya que "sería un disparate, ningún español lo quiere". Además, ha entregado un programa de gobierno a Pedro Sánchez, "una propuesta de gobierno de los valores constitucionales" basado en el "consenso europeo".
Con esta propuesta, Rajoy ha asegurado que "se tienen en cuenta los retos de futuro" y se incide en los aspectos de mayor consenso: "Se incide en los temas que los españoles creen que son importantes y puede haber acuerdo", ha explicado Rajoy.
En este sentido, el líder popular ha incidido en la idea de que el Gobierno debe constituirse con la mayor celeridad posible, ya que "hay cosas importantes, como el techo de gasto, que no admiten demora". Por ello, ha reiterado la necesidad de constituir un Ejecutivo " a finales de julio o principios de agosto".
Así mismo, Rajoy ha destacado que el Gobierno debe tener estabilidad, con acuerdos en temas importantes como el mencionado techo de gasto y los Presupuestos Generales del Estado.
LOS RETOS DE ESPAÑA
El presidente en funciones ha resaltado también los retos de España dentro de Europa, que exigen un criterio consensuado. En la misma línea se ha expresado sobre la política exterior o el pacto contra el terrorismo yihadista.
Además, el presidente ha puesto el foco en el debate territorial, la creación de empleo y en continuar con las reformas requeridas por la Unión Europea. Por ello, ha argumentado que Parlamento y Gobierno deben trabajar de manera compartida por los intereses generales de los españoles.
NIEGA LA SUBIDA DE IMPUESTOS
Rajoy ha negado que los cambios que han propuesto a Bruselas en el Impuesto sobre Sociedades sean una subida del tributo, y ha indicado que se trata de un aumento de los pagos a cuenta que no supondrá ningún problema de liquidez para las grandes empresas porque sus beneficios están creciendo al 12,4% y los tipos de interés están casi en cero.
Rajoy afirmó que lejos de suponer una subida del Impuesto sobre Sociedades, este año el tributo volverá a bajar para todas las empresas, como ya hiciera en 2015, dado que el 1 de enero entró en vigor la segunda parte de la rebaja del mismo.
Dicho esto, afirmó además que es una medida que estaba prevista en el Programa de Estabilidad que el Gobierno envió a Bruselas en abril de este año, donde ya se advertía de que si se producía una pérdida de recaudación en el Impuesto sobre Sociedades, se podrían volver a poner las medidas temporales que ya se aplicaron sobre este impuesto desde 2012 para aumentar la recaudación y que se eliminaron en 2016.
"Pero no van a aumentar los tipos (del impuesto) ni se va a modificar la reforma tributaria, sino que se va a producir un cambio en los pagos fraccionados, con unas retenciones mayores que las que había hasta ahora", indicó Rajoy.
Así, defendió que el contexto económico actual es "favorable" para aprobar una medida de este tipo, ya que los beneficios de las grandes empresas están creciendo al 12,4%, mientras que los pagos fraccionados han bajado un 56% en lo que va de año, al tiempo que los tipos de interés son "prácticamente cero", por lo que no supondrá "ningún problema" para las grandes empresas y en cambio "sí ayudará a rebajar el déficit".