13 'fotos felices' de refugiados que se hicieron virales
Cuanta más presión, más dolor, más sufrimiento, más gozosos los escasos momentos de paz, de humor, de descanso, de solidaridad. La crisis de los refugiados que están tratando de llegar a Europa nos ha dejado este verano algunas instantáneas que ya son parte de la memoria de la infamia occidental, pero también hay otros pequeños gestos que han brillado, en mitad de las sombras, demostrando que no todo está perdido.
Sin olvidar la dificilísima situación de estos días, te ofrecemos estos trece momentos únicos, en los que la esperanza vence. Y ojalá que se multipliquen pronto.
La fotografía que te proponemos en primer lugar es la que que el fotógrafo freelance Daniel Etter publicó a finales de agosto y que se convirtió en un icono del drama de los refugiados. En ella, se veía a un padre abrazando a sus hijos y llorando tras llegar a la isla griega de Kos cruzando el Mediterráneo desde Turquía.
Del protagonista de la imagen, sólo supimos que se llamaba Laith Majid y que era sirio de Deir Ezzor. Ahora, gracias a las redes sociales sabemos que Laith y su familia se encuentran "a salvo en Berlín", tal y como indica la cuenta de Facebook Europe says OXI (Europa dice NO). Según The Guardian, la familia se encuentra en Spandau, al oeste de Berlín, en unas antiguas viviendas para policías ahora adaptadas para refugiados, junto con centenares de personas que, como ellos, han llegado a esta zona de la capital alemana.
The photo of the weeping father clutching onto his children, as they survived the deadly crossing and arrived on the...
El refugiado sirio Oussamah Abdul Mohsen llegó el miércoles pasado a España. "Os amo a todos. Gracias por todo. Gracias España", decía en Barcelona, su primera escala en el país. La historia de este hombre y su hijo pequeño saltó al mundo entero después de que una periodista húngara les pusiera una zancadilla cuando trataban de entrar en el país. Mohsen era entrenador de fútbol en Siria y ahora le han ofrecido trabajo como míster en Getafe, en el Centro de Formación de Entrenadores (Cenafe). Su deseo ahora es reunir pronto a su familia, ya que dos de sus hijos y su mujer están todavía en Turquía.
El 9 de septiembre, un fotógrafo captó este enternecedor momento en el que un policía danés juega con una niña siria que luce una gran sonrisa. La pequeña es una de las refugiadas que llegaron en tren desde Alemania y cuya familia pretendía llegar caminando a Suecia. En el camino, el policía no se lo pensó dos veces y, durante un rato, alejó de los pensamientos de esta niña el duro camino que han hecho, y el que les espera. En las imágenes se puede ver al agente sentado en la carretera jugando a 'las palmas' y al 'veo-veo' con la pequeña, que en ese momento irradia felicidad.
Estos cinco niños sirios han llegado a Alemania y ahora, por fin, tras cuatro años de guerra en su país, de casas destrozadas por las bombas, de vivir entre ruinas, de exilio y diáspora, han conseguido dormir en una cama digna, limpia, cómoda y calentita. La imagen la ha difundido la productora de la BBC, Manveen Rana.
Y esta es la imagen de un hombre sirio que huyó con su gato y llegó a Grecia sano y salvo, una foto que ha tenido un enorme recorrido en las redes sociales. Todo un símbolo de supervivencia y de cariño, cuando hoy en Siria sigue habiendo gente -en Homs, en Hama, en Yarmouk- donde el hambre aprieta tanto que incluso las mascotas han servido de alimento.
Esta otra foto también fue tomada por la productora de la BBC Manveen Rana, en plena frontera entre Serbia y Macedonia. Un grupo de refugiados de Siria e Irak habían llegado a la zona y habían chocado, minutos antes, con los agentes serbios. Y tras la dureza, la imagen de la humanidad entre un agente y uno de los niños. En su comentario original reprodujo una frase de un migrante, que explicaba que este señor fue el primero que no los trató como "animales" desde que escaparon de sus casas.
Esta instantánea ha sido una de las más virales de las últimas semanas. Según el comentario que la acompaña, la pareja que la protagoniza "se casó la noche antes de huir de Siria. Aquí ya se los ve en un tren rumbo a Alemania. Felicidades a la pareja y nuestros mejores deseos de que hallen paz en Europa", añade. Marido y mujer están visiblemente felices de haber podido escapar juntos.
They married the evening before they fled Syria. They made it aboard the train to Germany. "This is our honeymoon," they...
Y aquí va otra pareja feliz, que se besa después de alcanzar la costa griega. Venían de Siria. La imagen, de la Agencia AP, ha sido extendida más por las redes que por los medios convencionales. Es especialmente expresiva, porque no es usual ver a una pareja musulmana mostrando su amor en público de una forma tan clara.
A Syrian refugee couple after arriving safely to Greece! Yep, they hug and kiss. Just like you and me and every other...
El periodista de la cadena NBC Carlo Angerer captó esta tierna imagen, que muestra a un niño de origen sirio que le ofrece una galleta a un policía húngaro, cerca de la ciudad de Szeged, donde la familia del crío trata de subir a un tren rumbo a países más prósperos, como Austria o Alemania.
En la fotografía, el policía sonríe, con las manos en alto, parece que rechazando amablemente el generoso ofrecimiento. Un niño que comparte lo que apenas tiene y un gesto amable de un miembro de uno de los cuerpos de seguridad más criticados estos días, por la dureza con la que tratan de impedir el avance de los refugiados en suelo húngaro.
Este episodio ocurrió el pasado día 7 de septiembre en Múnich (Alemania). Cassandra Vinograd, periodista de la cadena norteamericana NBC, captó el momento en el que una pequeña niña alemana compartía sus caramelos con una niña refugiada en presencia de sus madres. Su vine ha sido visto ya por decenas de miles de internautas.
Una vez más, un agente de policía, danés en este caso, que reacciona con cariño ante la llegada de refugiados. En la imagen, difundida en Facebook, se ve cómo el pequeño se ríe a carcajadas por sus cosquillas. Un poco de diversión tras el horror.
A Danish police officer tickling a Syrian kid. #EuropeSaysWelcome #RefugeesWelcome
"Chócala". Una mano enguantada, de un policía, y una mano negra, de un niño eritreo. La imagen fue tomada por un reportero de la agencia AFP en una estación de tren en la frontera entre Serbia y Croacia, en la localidad croata de Tovarnik, y data del 17 de septiembre.
Y para cerrar, la sonrisa de este bebé al que su padre lanza por los aires en una terminal de autobuses de Estambul (Turquía). Aguardan un transporte que los lleve a la frontera con Grecia, pero saben que su sueño de cruzar a Europa ya está al alcance de la mano, tras semanas de caminata desde Siria.