Elecciones en Turquía: los islamistas de Erdogan pierden la mayoría absoluta (VÍDEO, FOTOS)
Por primera vez desde 2002, el partido islamista AKP y su fundador, Recep Tayyip Erdogan, han sufrido un serio revés electoral este domingo, con el que el controvertido presidente turco ha visto desvanecer su sueño de un "sultanato" democrático con él mismo al frente del Estado y Gobierno.
Con un 40,8% de los votos, Justicia y Desarrollo (AKP) sigue siendo el partido más votado del país eurasiático, aunque ha perdido nueve puntos respecto a 2011. Gracias a la entrada en el Parlamento del HDP, nacido del movimiento kurdo pero convertido ya en la opción preferida de gran parte de la izquierda, los islamistas pierden su mayoría absoluta.
Este batacazo electoral no es sólo una derrota para el AKP sino para Erdogan, que violó la Constitución al no mantenerse neutral en la campaña electoral, criticando al HDP y pidiendo el voto para los islamistas incluso con el Corán en la mano.
Con una participación superior al 86% del electorado y tres millones de nuevos votantes, el AKP ha perdido tres millones de papeletas con respecto a 2011, al pasar de 21,4 millones entonces a 18,4 millones de votos este domingo.
La prensa progubernamental como el diario Sabah destaca la victoria pírrica del AKP, al titular en su portada "victoria sin poder", mientras que el rotativo Star vaticina "tiempos difíciles" para los islamistas turcos. Los diarios más independientes y críticos con el AKP celebran el resultado electoral como el inicio de "una nueva era".
El AKP no solo ha perdido una quinta parte de su porcentaje de votos sino más de 70 escaños en el Parlamento, y queda muy lejos de la mayoría absoluta a la que se había acostumbrado. Ahmet Davutoglu, primer ministro y hombre de confianza de Erdogan, se convierte así en el artífice de la mayor derrota electoral en la historia del AKP.
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ERDOGAN QUERÍA UN SISTEMA PRESIDENCIALISTA
Sin embargo, muchos analistas turcos ven al propio Erdogan como principal responsable y gran perdedor de los comicios del domingo. No solo violó la Constitución en la campaña al pedir el voto para el AKP sino que lanzó la idea de un cambio constitucional para crear un sistema presidencialista en Turquía, con él mismo al frente del Estado y del ejecutivo.
Los críticos consideran que el presidente desea un régimen unipersonal sin controles parlamentarios, un sueño que el electorado turco ha echado por tierra. El nuevo reparto de escaños, con 258 para el AKP, 132 para el socialdemócrata CHP, 80 para el nacionalista MHP y 80 para el izquierdista y prokurdo HDP, reduce a dos las posibilidades: un gobierno en minoría de los islamistas o una coalición.
El CHP, el tradicional partido laico de Turquía, cree que puede formar un gobierno a pesar de haber perdido tres escaños con respecto al año 2011. Al AKP le faltan unos 20 escaños para la mayoría pero los demás partidos han excluido categóricamente cooperar con los islamistas, que en los últimos años se mostraron poco dialogantes con la oposición.
Al margen del AKP y del CHP, ambos con pérdidas de votos y escaños, los grandes ganadores de la jornada electoral han sido el nacionalista MHP, que sube 3,5 puntos porcentuales y una treintena de diputados, y sobre todo el prokurdo HDP, que entra por primera vez en el Parlamento, con 80 escaños.
LOS PROKURDOS ENTRAN POR PRIMERA VEZ
Con casi el 13 % de los votos, el HDP ha superado con creces y más de lo esperado el umbral del 10% necesario para entrar en la Cámara. Su líder, Selahattin Demirtas, se ha convertido en los últimos días en la nueva estrella de la política turca, no solo para los kurdos sino para toda la izquierda del país.
A pesar de la enemistad que comparten todos con el AKP, parece improbable que los nacionalista del MHP accedan a cooperar con el HDP en una coalición, ya que consideran a los prokurdos como "terroristas y separatistas", en alusión a la guerrilla kurda del ilegal Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).
En todo caso, un responsable del CHP no ha descartado, en declaraciones a Efe en Ankara, una coalición tripartita, aunque reconoce que será extremadamente difícil. "La democracia es el régimen que encuentra soluciones a los problemas dentro de su marco", ha señalado esa fuente.
Los próximos pasos a seguir, según la Constitución turca, es que Erdogan encargue a Davutoglu la formación de un nuevo gobierno. En el probable caso de no lograr una mayoría, el líder del segundo partido más votado, o sea, Kemal Kilicdaroglu, del CHP, recibirá el mismo encargo.
COALICIÓN LAICA
Las fuentes consultadas por Efe señalan que el objetivo del CHP sería lograr una coalición formal con el MHP o con el HDP, con el apoyo externo del otro. Otra posibilidad sería un ejecutivo de minoría del AKP, aunque eso solo funcionaría si alguno de los otros tres le brinda apoyo indirecto desde fuera, lo que los analistas consideran poco probable.
Y en el caso de que un gobierno de minoría no logre la confianza necesaria en el Parlamento, la Constitución turca prevé que el jefe de Estado, en coordinación con el presidente del Parlamento, decida sobre la convocatoria de nuevas elecciones.
Unos comicios adelantados parecen casi inevitables en Turquía, ya que los analistas no auguran mucho futuro a ninguna de estas fórmulas. El catedrático Tarik Sengül, de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Técnica de Medio Oriente, cree que "esto es el inicio de un nuevo período en la política de Turquía, sin la figura dominante de Erdogan".