Los Legionarios de Cristo piden perdón por los abusos sexuales de su fundador
Llega la hora de los lamentos. Los Legionarios de Cristo reunidos en su Capítulo General en Roma han expresado su reprobación de los comportamientos "gravísimos y objetivamente inmorales" de su fundador Marcial Maciel y han pedido perdón a sus víctimas.
La declaración, expuesta en un comunicado, reconoce que la congregación religiosa "corrió el peligro de desaparecer" y que "la ayuda de la Santa Sede fue imprescindible para descubrir cómo la personalidad y el modo de actuar de Maciel estaba afectando a la congregación".
Además "los Legionarios de Cristo piden perdón a todas las personas afectadas por su conducta y por las deficiencias" registradas.
Asimismo, lamentan "que muchas víctimas y personas afectadas hayan esperado en vano una petición de perdón y de reconciliación por parte de Maciel".
"Hoy queremos hacerla nosotros, expresando nuestra solidaridad con todas ellas", afirman en la declaración.
ABUSOS SEXUALES A MENORES
Marcial Maciel (1920-2008) fue investigado durante años por abusos sexuales a seminaristas y se descubrió que había tenido varios hijos con diferentes mujeres.
El papa Benedicto XVI, en 2006, le apartó de la congregación por sus "gravísimos e inmorales" comportamientos y por la vida que llevó "sin escrúpulos y sin verdadero sentimiento religioso" y ordenó una inspección en 2010.
También encargó al arzobispo italiano Velasio de Paolis que supervisará la congregación.
"Nuestro fundador falleció en 2008 y suplicamos para él la misericordia de Dios. Al mismo tiempo queremos expresar nuestro hondo pesar por el abuso de seminaristas menores de edad, los actos inmorales con hombres y mujeres adultos, el uso arbitrario de su autoridad y de bienes, el consumo desmesurado de medicamentos adictivos y el haber presentado como propios escritos publicados por terceros", reconoce el texto.
"CONDUCTAS INMORALES"
Los Legionarios afirman también que les resulta incomprensible "la incoherencia de seguirse presentando durante décadas como sacerdote y testigo de la fe mientras ocultaba estas conductas inmorales".
Asimismo, admiten que fueron incapaces de creer al inicio "en los testimonios de las personas que habían sido víctimas del Maciel" y lamentan "el largo silencio institucional y, más adelante, los titubeos y errores de juicio a la hora de informar".
"Pedimos perdón por estas deficiencias que han aumentado el dolor y desconcierto de muchos", añaden en su declaración, en la que afirman también que saben que "éste es el inicio de un camino" y que queda mucho por hacer.
PROCESO DE "RENOVACIÓN"
"Todo esto exige no sólo un cambio de textos legislativos, sino una conversión continua de mente y corazón", afirman, y añaden que están "comprometidos a continuar con humildad este proceso de renovación y conversión".
La renovación de los Legionarios deberá ser total, porque como ellos mismos indican, no podrán volver a proponer ningún texto de Maciel, en los que se basaba la congregación.
También piden perdón a todos aquellos que la abandonaron tras los escándalos por no haber sido escuchados.
El comunicado informa además de que han sido concluidos los informes sobre doce casos presentados y que "se ha contribuido, en lo humanamente posible, a aliviar las heridas de las víctimas y a fomentar la reconciliación".