Giorgio Napolitano encarga a Enrico Letta la responsabilidad de formar Gobierno en Italia
El recién reelegido presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, tenía que pasar la patata caliente a alguien.
Ese alguien es el socialdemócrata Enrico Letta, 'número dos' del Partido Democrático y encargado, a partir de ahora, de tejer un acuerdo de partidos que permita la gobernabilidad del país, sumido en el caos político después de que las elecciones el 24 y 25 de febrero dejasen un Parlamento atomizado e ingobernable.
Según el retrato que de él ha hecho Napolitano, se trata un político "muy joven", con amplia experiencia y un importante bagaje en Europa y sus instituciones, lo que contribuirá a abrir "el camino hacia la formación del Gobierno, del que el país tiene necesidad y tras una espera demasiado larga".
NO "A CUALQUIER PRECIO"
Letta, de 46 años, es consciente de que la tarea encomendada no es sencilla. De hecho, ha asumido el encargo de Napolitano "con reservas" y ha avanzado que trabajará para conseguir un "gobierno de servicio al país". Y una advertencia a navegantes: no está dispuesto a lograrlo "a cualquier precio".
"El país necesita respuestas, sobre todo esa parte del país que sufre por motivos laborales, un trabajo que no hay, que se ha perdido, con empresas que cierran...", ha señalado en una comparecencia en la que ha admitido preguntas de los periodistas. "Debemos tener la voluntad de ocuparnos de los jóvenes que van fuera del país porque no encuentran oportunidades", ha remarcado.
PROGRAMAS Y OBJETIVOS
La tarea que tiene por delante es titánica y no la oculta: "Esta responsabilidad que siento más fuerte y pesada que la capacidad que mis hombros tienen para aguantar". Para empezar, mañana mismo iniciará las consultas con los partidos políticos, a los que ha reclamado responsabilidad, para comprobar si existe voluntad de cumplir un "programa con algunos objetivos muy precisos". Para continuar, deberá exhibir músculo en un momento en el que su propio partido se encuentra muy debilitado. La dimisión presentada la semana pasada por el líder de su formación, Pier Luigi Bersani, no ha hecho más que contribuir al caos político por el que atraviesa el país.
"He recibido el encargo y aceptado con reservas. Mi sorpresa esta mañana ha sido la de recibir una llamada telefónica de Napolitano y ha sido en igual medida que el sentido de profunda responsabilidad que este encargo me hace sentir sobre los hombros", ha comentado para, de inmediato, poner los problemas encima de la mesa: "La situación es muy difícil, frágil".
"Las reformas necesarias las tendremos que hacer juntos, con la máxima participación posible. Todo esto se puede hacer si Italia y Europa mantienen una línea de cambio. La Unión Europea ha estado demasiado atenta a las políticas de austeridad que no son suficientes", se ha quejado.
MELÓMANO Y DEL MILÁN
Nacido en Pisa en 1966, "tifosi" del Milán y de la música —Irene Grandi, Elio e le Storie Tese, Vasco Rossi o Zucchero figuran entre sus favoritos— el responsable de poner orden en Italia está casado y tiene tres hijos. Es sobrino de Gianni Letta, mano derecha de Silvio Berlusconi, presidente del conservador Pueblo de la Libertad (PDL).
Durante el Gobierno de Romano Prodi ocupó el cargo de subsecretario de Estado en la Presidencia del Consejo entre mayo de 2006 y mayo de 2008. En 2007 trató, sin éxito, de ser secretario general del recién nacido Partido Democrático, para en 2008 volver a ser elegido diputado. En las elecciones de este año ha revalidado su escaño.