Las medusas gigantes entran en zona desconocida

Las medusas gigantes entran en zona desconocida

Otro efecto del cambio climático.

Varios ejemplares de la medusa Melena de León.Alper Dervis

El Ártico se está transformando a un ritmo alarmante. El calentamiento del agua, hasta cuatro veces más rápido que en otras partes del planeta, está obligando a muchas especies a buscar nuevas zonas en las que vivir. Entre ellas, las medusas, que como señala Mario Picazo en ElTiempo.es están invadiendo sus aguas, atraídas por el aumento de las temperaturas y la reducción de los casquetes polares, lo que supone una amenaza a otras especies y los ecosistemas de la región.

Un estudio realizado por científicos alemanes ha analizado el comportamiento de ocho especies de medusas, desde las más pequeñas hasta las gigantes con tentáculos de hasta 30 metros. Utilizando modelos numéricos, los investigadores han simulado la respuesta de estas medusas al calentamiento del Ártico y la fusión del hielo durante la segunda mitad del siglo XXI.

Los resultados son sorprendentes: todas las especies estudiadas, excepto una, experimentarán un aumento significativo de su hábitat hacia el norte. La razón principal parece estar relacionada con la reducción del hielo marino, que abre nuevas áreas para las medusas y favorece su proliferación.

La medusa Melena de León lidera la invasión

Entre las especies estudiadas, destaca la Melena de León, que podría triplicar su área de distribución actual. Esta medusa gigante, con capacidad para competir directamente con los peces, podría tener un impacto significativo en la cadena alimentaria del Ártico.

La migración de las medusas ya está en marcha. Un claro ejemplo es el archipiélago de las Svalbard en Noruega, donde la presencia de medusas en los fiordos ha superado a la del bacalao, alterando la actividad pesquera de la región.

Las consecuencias de esta invasión son difíciles de predecir. Los expertos advierten que la competencia por recursos alimentarios podría afectar negativamente a otras especies. Sin embargo, también existe la posibilidad de que las medusas se conviertan en fuente de alimento para otras especies, como la mielga o los carroñeros de las profundidades.