Es un concepto que aún no existe pero que bien podría imponerse en la mayoría de los países afectados por el calor extremo y no adaptados a la crisis climática.
"Europa fue testigo del mayor incendio nunca antes registrado (el sufrido por Grecia en agosto), vivió uno de los años más húmedos, graves olas de calor marinas y devastadoras inundaciones ampliamente extendidas", dicen la ONU y Copernicus.
La situación sigue agravándose. La Organización Meteorológica Mundial ha avanzado que 2023 será el más cálido desde que hay registros, pero al calor le acompañan otras consecuencias, como la sequía o los incendios casi inextinguibles.